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Policial

Detalles del atraco a los gitanos

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Si bien aún resulta describir los confusos sucesos por la manera vertiginosa que se produjeron, en base a informes parciales, se pudo establecer que comenzaron a las 3:20 en una casa ubicada en la esquina de las calles Beauvoir y Rosario Vera Peñaloza, a pocas cuadras del microcentro.

Es una vivienda del barrio General Paz donde se concentran varias compraventas de automóviles que pertenecen a la comunidad zíngara y en el domicilio de referencia vive una familia de apellido Demetrio.

A la hora indicada, amparándose en la oscuridad, ingresaron tres sujetos que luego serían identificados como con los apellidos Zúñiga, Reynoso y Oviedo, todos ellos residentes en esta ciudad. Estaban armados con una pistola y revolver calibre indefinido.

La familia fue amenazada de muerte y los delincuentes habrían alcanzado a arrebatarle una su suma de dinero que no fue estimada por los dueños de casa.

En esas circunstancias uno de asaltantes le disparó al menor hiriéndolo en la cadera, aunque no está claro si ello ocurrió porque el menor intentó alguna resistencia.

Cuando escapaban de la vivienda fueron sorprendidos por una comisión de tres policías de la Seccional Primera que fueron alertados por ocasionales vecinos, que podría ser una pelea entre gitanos.

Los pistoleros escapaban por la calle Damevin y no habían avanzado más de 20 metros cuando se encontraron de frente con el patrullero cuyo personal descendió de inmediato y les dio la voz de alto.

Lejos de acatar la orden, dispararon al menos tres balazos contra los policías y uno de los proyectiles hirió al oficial inspector Daniel Angulo en su pierna izquierda a la altura del muslo.

Los dos suboficiales repelieron el ataque con sus armas reglamentarias y se produjo un fuerte enfrentamiento, en el cual uno de los asaltantes, Zúñiga, fue alcanzado por una bala causándole una herida en la pelvis, según lo confirmarían las autoridades del Hospital Zonal.

Minutos después, los policías lo hallaron oculto en el patio de otra vivienda, pero antes se había desecho de su arma, arrojándola junto a un nicho de gas.

Desde el nosocomio se confirmó que el menor había recibido una herida de bala a la altura de la cadera y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, recuperándose favorablemente en la sala de terapia intensiva.

Mientras que el oficial herido pudo saberse que la bala que lo hirió sería de 9 milímetros, que le fracturó el fémur izquierdo y había perdido mucha sangre, por lo cual a través de medios radiales se solicitó la presencia de dadores.

Los tres heridos permanecían en la mañana del martes internados en diferentes salas del nosocomio, en tanto que los dos delincuentes que resultaron ilesos fueron alojados en calabozos de diferentes comisarías y quedaron a disposición de Juzgado de Instrucción N° 2, a cargo de Gabriel Contreras, pudiéndose además saber que la policía incautó el dinero sustraído a la familia gitana que estaba en poder de uno de los asaltantes.

Funte (La Vanguardia del Sur)

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