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Espectáculo

Mercedes Morán y cómo se convirtió en la reina del cine

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Sin lugar a dudas, Mercedes Morán, es una de nuestras actrices más representativas. Referente en todos los terrenos de la expresión artística, especialmente el año que pasó, su protagonismo cobró notable relevancia para el universo del cine. Cuatro películas estrenadas en 2018 y una a principios de 2019 no es poco para una mujer que buscó con precisa intención resumir otras actividades para brindarle un gran lugar a la pantalla gigante y deliberadamente dedicarse a ella. Films como El Ángel del director Luis Ortega, El Amor Menos Pensado, la opera prima de Juan Vera, Familia Sumergida de la realizadora y actriz María Alché, Sueño Florianópolis, un trabajo fílmico de la directora Ana Katz -que estrena el jueves-, y la participación especial en el documental No Viajaré escondida de Pablo Zubizarreta la contaron entre sus filas centrales.

?No ha sido la casualidad que este año se han estrenado cuatro películas. Hace dos años que me volqué al cine. De alguna manera es algo que intenté hacer porque yo hacía mucho teatro y el teatro no me permitía rodar tanto. Entonces el año pasado estrené en Mar del Plata mi unipersonal (¡Ay, amor divino!) y lo armé con esa estrategia. Un espectáculo que podría subir y bajar, hacer fechas para poder aceptar ofrecimientos que me venían haciendo desde hace mucho tiempo y que no podía aceptar y tenía muchas ganas. Pude hacerlo y este año se estrenaron cuatro de cinco o seis películas que hice?, decía Mercedes, en exclusiva, en el marco de su visita al último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata donde recibió un reconocimiento a la trayectoria.

?Estoy muy feliz de que en el mismo año pueda estar con cuatro películas tan diferentes, de directores tan distintos, y haciendo en cada una de ellas personajes completamente opuestos?, señalaba de sus cuatro producciones cinematográficas. Como acontece con muchos de los grandes artistas que combinan talento con una mirada aguda para seleccionar aquella propuesta en la que confían será exitosa, Morán, ha sabido desarrollar el olfato hacia lo que se suscribe. ?El proyecto en sí a mí me parece que es muy importante a la hora de decidir una película. Y básicamente el director. Yo creo que el cine es del director así que evalúo si tengo ganas y deseos de trabajar con ese director y por

supuesto la historia, el personaje, la gente, que pueda hacer coincidir las fechas. Son una sumatoria de cosas?, asimilaba.

La intérprete de películas consagradas como Mirta, de Liniers a Estambul, La Ciénaga, La niña santa, Luna de Avellaneda, Diarios de Motocicleta, Cara de Queso, Betibú, Los Marziano, Neruda, Maracaibo, entre tantas, le pone el cuerpo sin prejuicio, tanto a una pequeña realización de un novato director como a una gran producción con avales internacionales.

Grandes y chicas
Ni la precariedad ni la suntuosidad son evaluables en sí mismas si el proyecto no considera que lo amerita.

?He trabajado en todo tipo de producciones. Focalizo mucho en el guión por supuesto. Yo si bien había hecho películas antes, la primera gran película en la que participé fue La Ciénaga de Lucrecia Martel. Fue su opera prima, era una producción pequeña, acotada, no era una película de la gran industria así que yo estoy convencida de que las buenas películas no dependen siempre de la producción. Por supuesto que una buena producción siempre ayuda a que un buen guión y una buena película, se pueda ver, distribuir y hacer mejor. Pero tenemos un país donde hay mucho talento. Grandes directoras, grandes directores, grandes escritores y actores y actrices que son reconocidos en el mundo. O sea que donde hay un buen proyecto si me convocan estoy?, aseguró con simpatía.

?El trabajo es el mismo?
?Mi experiencia como actriz en el trayecto es que hago películas industriales y de presupuesto muy bajo. Y vuelvo a hacer películas de producciones muy grandes y vuelvo a acompañar a operaprimistas en sus películas de presupuesto acotado. Y eso es algo que yo como actriz tengo para saciar mi necesidad de trascender, de poder participar y básicamente para poder aprender de cómo son las cosas. Y corroborar de alguna manera que nuestro trabajo siempre es el mismo más allá del marco que tenga. Lo que sí cambia es la llegada, la masividad o no. Pero creo que cuando actuamos no nos ocupamos de eso. En todo caso es algo de lo que se ocupa la producción?, expresaba Mercedes quien en 2019 se consolidó como la figura más representativa del cine nacional.

?De ninguna manera una producción pequeña puede competir desde la publicidad, desde la promoción, desde la cantidad de copias con las que sale una película?, hizo la salvedad.

Inversión estatal
?Considero que, si bien el éxito es una coronación deseada por todos, entendiendo por éxito la llegada de las historias de manera más masiva, creo que también es muy exitoso y muy importante que la película pequeña llegue a hacerse. Aunque la vea una cantidad acotada de gente?.

En el mismo sentido la reconocida actriz agrega que ?todos sabemos que los proyectos de cine son prácticamente misiones?.

?Se necesita una fuerza y deseos de sostener esto durante mucho tiempo -añade la intérprete- para que pueda llegar a hacerse así que me parece que el estado tiene que acompañar e invertir en cultura?.

Diario Popular

Convirtió Mercedes Morán Reina Cine
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