Una de las “casas bombas” encargadas de devolver el agua de lluvia al río Guaíba, en Porto Alegre, se averió el viernes por la mañana, y el torrente inundó las calles del centro histórico de la capital de Rio Grande do Sul, estado del sur de Brasil afectado por una grave inundación que ya provocó 31 muertos y 74 desaparecidos.
El agua cubrió la Avenida Mauá, en la capital estatal, y la estación de ómnibus. La zona de embarque y desembarque de la estación quedó inaccesible.
Según el Departamento Municipal de Aguas y Alcantarillado de Porto Alegre (DMAE), la “casa bomba” no estaba rota, sino que sólo se desbordó. La nota fue publicada en el perfil del Ayuntamiento de Porto Alegre en X.
La rotura se produjo en la compuerta 3, una de un conjunto de 14 compuertas a lo largo de 24 kilómetros en 23 “casas bombas” con diques exteriores que actúan como barreras complementarias al muro de hormigón levantado en el centro histórico. La construcción comenzó tras una gran inundación en 1941, que afectó a la capital de Rio Grande do Sul.
Un vídeo publicado en X por un reportero de Correio do Povo muestra las aguas invadiendo la Avenida Mauá. Un fotógrafo también captó imágenes desde un dron en el paseo marítimo de Guaíba, en Porto Alegre, en la madrugada.
Las lluvias de esta semana, que hasta este viernes causaron 31 muertos en Rio Grande do Sul, empezaron a suponer un riesgo para Porto Alegre, tras anegar ciudades, destruir rutas y un tramo de una presa, y provocar la evacuación de residentes de las zonas afectadas del interior. El nivel del río Guaíba, que baña la capital, podría alcanzar un nivel récord debido a las tormentas, que se prevé que duren hasta el domingo.
Este viernes, el nivel del río alcanzó los 4,31 metros en Cais Mauá, superando el nivel de inundación de tres metros. Se trata del nivel más alto del Guaíba desde 1941. Se espera que el agua alcance hoy los cinco metros.
Al actualizar la información sobre los daños y muertes causados por las tormentas, el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, dijo que los expertos del gobierno esperan que el nivel del Guaíba suba a un nivel récord.
“El Guaíba ya está a 3,36 metros y sube ocho centímetros por hora. Esta mañana alcanzará los cuatro metros, un nivel nunca visto. Nuestro equipo ya habla de cinco metros. Sería mayor que la inundación de 1941″, advirtió Leite, al referirse a la mayor inundación que sufrió Porto Alegre en su historia.
Los habitantes del sur de la capital, en Barra do Ribeiro, Guaíba, Eldorado do Sul y las islas Guaíba, serán los más afectados, según el hidrólogo Pedro Luiz Camargo, miembro de la sala de situación creada por el gobierno del estado para vigilar las lluvias y organizar la ayuda a los afectados.
La Defensa Civil de Rio Grande do Sul alertó sobre el estado del Guaíba y recomendó a los habitantes que viven cerca del río, en zonas de riesgo, que abandonen sus casas. “Las personas que no tengan lugares alternativos deben buscar información en la Defensa Civil de su ciudad sobre los refugios públicos puestos a disposición por las alcaldías, las vías de escape y los puntos de seguridad”, dijo el organismo en un comunicado.
“La situación que estamos viviendo es excepcional. Es el momento más crítico que ha vivido el estado. Es imposible atender todos los rescates con las condiciones meteorológicas que estamos viviendo”, dijo Leite.
El punto más crítico es la región del Valle de Taquari. Según el gobernador, ya se han detectado más de 160 puntos en la zona donde grupos de personas han pedido ayuda y esperaban un rescate. En septiembre, un ciclón tropical mató a 54 personas en el mismo valle.
Apoyo de Lula
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, estuvo el jueves en Rio Grande do Sul, donde se reunió con Leite, después de que el vuelo previsto sobre Santa Maria tuviera que ser cancelado debido al mal tiempo. Lula afirmó que el gobierno federal no escatimará esfuerzos para apoyar financieramente al estado.
“No faltará ayuda del gobierno federal para atender la salud, no faltará dinero para atender el transporte, la alimentación, todo lo que podamos. Dedicaremos 24 horas de esfuerzo para que podamos atender las necesidades básicas de las personas aisladas por las lluvias”, dijo el presidente, que afirmó que “rezará mucho” para que cesen las lluvias. “Intentaremos minimizar los daños”, señaló el mandatario.
