Los intendentes de las principales ciudades del país comenzaron a jugar su propio partido con el Gobierno nacional. En el marco del Pacto de Mayo convocado por Javier Milei, un grupo conformado por tres jefes comunales se reunió este lunes con el ministro del Interior, Guillermo Francos, para delinear una hoja de ruta común respecto a los intereses de los distritos.
Transporte, obra pública y financiamiento internacional, entre otros, fueron algunos de los tópicos que se trataron en el cónclave compartido por Francos con los alcaldes Daniel Passerini (Córdoba), Ulpiano Suárez (Mendoza) y Rosario Romero (Paraná). El trío acudió a Balcarce 50 en representación de sus pares de las ciudades capitales.
Guillermo Francos recibió a intendentes en Casa Rosada
En medio de los tironeos entre Nación y los gobernadores, los intendentes decidieron saltar intermediarios y tender sus propios puentes con la administración de La Libertad Avanza (LLA). El deshielo tuvo, en principio, buenas repercusiones por parte de los invitados. "Fue un muy buen punto de partida, dando respaldo a lo que empezamos a gestionar", indicaron desde una gestión que participó del encuentro.
Otra voz destacó la voluntad del ministro Francos, a quien calificó como "un hombre muy político". "Fue una muy buena reunión, los intendentes quedaron conformes", completó otra fuente consultada. "La sensación es que hay que entablar un vínculo, aunque sea mínimo, con el Estado nacional", agregaron.
Uno de los puntos más candentes para los alcaldes fue la poda a los subsidios del transporte ocurrida en febrero pasado. Ese hecho terminó por aglutinarlos en un frente común para negociar desde una posición de fortaleza con el Estado nacional. Tras la jornada del lunes, reconocieron que es difícil que el Gobierno dé marcha atrás con la medida aunque harán gestiones ante la Secretaría de Transporte.
"Vamos a elevar nuestra propuesta referente a la distribución de los recursos desde otra concepción diferente al esquema de subsidios que venimos padeciendo", señalaron.
Otro de los puntos álgidos es la obra pública. Paralizada a nivel nacional por decisión del Presidente, es una de las grandes encrucijadas que desvela tanto a los gobernadores como a los intendentes. Semanas atrás, en una reunión con los ministros de Economías de todas las provincias, el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, había dado luz verde a los distritos para conseguir financiamiento internacional por su propia cuenta.
Similar escenario buscan recrear los intendentes, quienes presentarán una propuesta con un inventario de proyectos que estén en curso para comenzar a gestionar. La semana próxima, además, los alcaldes tendrán un Zoom para comenzar a relevar las obras de cada ciudad capital que estén pendientes de finalización del Gobierno nacional o que estén aprobadas sin comenzar o con bajo nivel de ejecución. "Sobre ese primer grupo vamos a trabajar para gestionar sus realizaciones", apuntaron.
En el encuentro en la Casa Rosada también se acordó avanzar en una cumbre entre los intendentes capitalinos de todo el país. La misma sería, en principio, en Rosario a fines de abril. La sede elegida no es casual: buscarán darle un espaldarazo al mandamás local, Pablo Javkin, en el medio de la ola de violencia narco que azota a la ciudad.
Unidad de los intendentes de ciudades capitales
La unidad de los intendentes del país cobró fuerza en febrero pasado. Apenas dos días después de caída la ley ómnibus en el Congreso, el Gobierno anunció la quita de subsidios al transporte en el país. Rápidamente, los mandatarios de las principales ciudades intensificaron contactos y respondieron, esa misma jornada, con un documento en el que manifestaron su "extrema preocupación".
"Esta medida no es contra los intendentes, es contra los millones de estudiantes, enfermeros, trabajadores que diariamente utilizan el transporte público para movilizarse en sus respectivas ciudades. Una determinación semejante afecta de forma directa a la productividad del país", señalaron en aquel escrito.
La Red Federal de Intendentes se reunió a mediados de marzo en Córdoba.
La situación disparó una cumbre de emergencia en la Casa de Córdoba, en la Capital Federal, a la que llegaron los referentes de la Red Federal de Intendentes, un espacio que, además de Passerini y Javkin, también integran Jorge Jofré (Formosa), Juan Manuel Llamosas (Río Cuarto), Juan Pablo Poletti (Santa Fe) y Guillermo Montenegro (Mar del Plata), entre otros.
Casi un mes después, a mediados de marzo, los alcaldes volvieron a verse las caras. El lugar elegido fue el Palacio 6 de Julio de la ciudad de Córdoba. Durante el mitin se planteó la preocupación, solidaridad y apoyo al pueblo y autoridades ante la situación que atraviesa Rosario y la propuesta de concretar un plenario de intendentes de capitales previo al Pacto del 25 de mayo convocado por el Gobierno Nacional. Además, se consensuó el pedido de audiencia con Francos, que finalmente se materializó este lunes.
A esta altura de la gestión Milei, la unidad de actores de distintos espacios políticos con responsabilidades similares ya es moneda corriente. Sucede que la profundidad de la motosierra y la poca pericia de la Casa Rosada a la hora de negociar dejan a los dirigentes de menor peso desnudos ante el poder de Nación. Por tal motivo, moverse abroquelados resulta una obligación más que una opción.
Bien lo saben los seis gobernadores patagónicos, que refundaron la región e impulsan actividades políticas y económicas conjuntas. También sus pares del Norte Grande, que este martes reactivaron el bloque con una cumbre en Salta de la que también participó el ministro Francos. Los intendentes, por ahora, también eligen el camino de la unidad.
