El juez federal Daniel Rafecas procesó este lunes al empresario detenido Mariano Martínez Rojas por el entorpecimiento de las comunicaciones de Radio América en junio de 2016.

La decisión incluyó un embargo de 300 mil pesos sobre los bienes del empresario, que ya está detenido en el marco de una causa por asociación ilícita y lavado de dinero por falsear declaraciones juradas con las que compraba dólares a precio oficial en pleno cepo cambiario durante el kirchnerismo.

La denuncia la hicieron extrabajadores de Radio América, que acusaron por la interrupción del servicio radiofónico a una patota que -según ellos- respondía al empresario Martínez Rojas, que alegaba ser "dueño" de la emisora.

En su fallo, el juez dio por comprobado que el empresario no había obtenido de parte del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) la titularidad de Radio América, y pese a ello, junto a un grupo de gente cercano a él, interrumpieron el servicio. Incluso, a partir de ese episodio, la frecuencia de Radio América comenzó a transmitir música y dejó de lado su programación habitual.

El magistrado acusó al empresario, en base al artículo 197 del Código Penal, que prevé penas de hasta dos años de prisión a quien irrumpa las comunicaciones radiofónicas.

Su papel en los medios de comunicación
Además de estar acusado de lavado de dinero durante el kirchnerismo a través de una banda que fugaba dólares al exterior, Martínez Rojas también se convirtió en el hombre que se adueñó de los medios K Tiempo Argentino y Radio América. A pesar de que la emisora cerró y el diario se convirtió en una cooperativa manejada por sus empleados, a mediados de 2017 aseguró que las compañías todavía son suyas y denunció que la expresidenta Cristina Kirchner fue la verdadera dueña de los medios.

En diálogo con TN Central, el empresario había contado que compró las empresas por una propuesta que le hizo el ejecutivo del Grupo Werthein, Mariano Werthein. Según dijo, el hombre le ofreció quedarse con los medios por un precio muy bajo y le acercó la ayuda de su grupo económico. Además, le aseguró que lo contactaría con el exdueño del diario, Sergio Szpolski, al que conocía porque era su rabino. ?Fue el gran error de mi vida. Compré un medio vacío, quebrado, con todo tipo de mugre?, aseveró.

Martínez Rojas admitió que su plan inicial fue adquirir la radio y el diario para después venderlos más caros. Sin embargo, sostuvo que se encontró con ?un quilombo que le explotó en la mano?, porque los empleados lo culparon por no poder cobrar y quedó imputado en una causa por daños.

TN