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Internacional

Rusia viajará a la Luna para confirmar teorías

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Aquel 21 de julio de 1969 no fue un día más en la historia de la humanidad. Es que aquel día, el astronauta estadounidense Neil Armstrong, secundado por su compatriota Buzz Aldrin, en el módulo lunar Eagle del Apolo 11 protagonizaron una de las mayores hazañas de la historia: aterrizar en la Luna. Así Armstrong, como comandante de la misión, dio aquel increíble salto, secundado por Aldrin, para ser los primeros seres humanos en pisar la polvorienta superficie del satélite natural del planeta Tierra. ?Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad?, remarcó con mucha euforia Neil tras poner sus pies sobre el satélite, frase que quedó marcada a fuego en la historia. Esa imagen, vista por millones de personas a través de las imágenes televisivas a infinidad de países del mundo, e impactaron a muchísimas personas, la mayoría emocionadas por ese instante único. Sin embargo, desde ese momento, y pese a la insistencia de la Agencia Aeroespacial de los Estados Unidos (NASA), en la veracidad de aquel primer alunizaje, en cambio muchísimas otras personas dudaron sobre la posibilidad de que ese acontecimiento haya sido real, al argumentar que todo se trataba de un muy buen montaje fílmico. Una duda que, de confirmarse, podrá en pocos meses más llegar a dilucidarse. Es que justamente en 2019, cuando se cumplan cinco décadas de aquel histórico instante, Rusia, una de las naciones más escépticas sobre aquel alunizaje (y que por entonces era la Unión Soviética, que además de ser la otra superpotencia de esas décadas competía directamente con los estadounidenses en la carrera espacial), intentará verificar, a través de una misión, si Armstrong (y obviamente Aldrin) efectivamente estuvieron en la Luna. Para ello Dmitry Rogozin, el director general de Roscosmos, la agencia espacial rusa, ya anunció la propuesta de una misión a la Luna que se encargue de verificar si aquel alunizaje del Apolo 11 fue verídico.



¿Por qué las dudas?

Una cifra que dicen superó largamente las 530 millones de personas pudieron ver en vivo cuando Armstrong, el ?héroe espacial? como se lo mencionaba por entonces, puso su pie en una superficie que ningún otro humano había pisado hasta entonces. Fue considerada una experiencia única y una rotunda victoria para toda la humanidad. Sin embargo, considerando que las fotografías y los videos de las misiones Apolo disponibles solo aparecen a través de la NASA, no hay una verificación independiente que certifique que los alunizajes fueran más que un simple engaño.

En este contexto, Rogozin hizo esta revelación durante una reunión emitida en directo a través de Twitter con el actual presidente de Moldavia, Igor Dodon. Durante la charla, Rogozin respondió a una pregunta sobre si la NASA había llegado alguna vez a la Luna en la historia. Mientras respondía, el jefe de la agencia espacial rusa sonrió y se encogió de hombros. Pero enseguida dejó en claro que su próxima misión intentará encontrar la respuesta a la pregunta de mil millones de dólares. ?Hemos establecido este objetivo para viajar y verificar si han estado allí o no?, expresó lacónicamente.

La conspiración

Cabe señalar que las teorías conspirativas sobre el aterrizaje lunar de la misión Apolo de la NASA son muy populares en todo Rusia. Según estos teóricos que suelen analizarlo todo, la agencia yanqui habría manipulado la llegada del hombre a la Luna para proclamar su dominio en el espacio, superando así a la Unión Soviética frente al mundo, cuando ambas potencias mantenían una guerra fría que era acompañada por disputas en la carrerra armamentista y la hegemonía de sus tan diferentes concepciones políticas.

Al respecto, en 2015, un ex portavoz del Comité de Investigación de Rusia instó a las autoridades a efectuar una investigación formal para revelar la verdad exacta detrás de los alunizajes que cita la NASA. ?No estamos diciendo que no volaron a la Luna y simplemente hicieron una película sobre eso?, escribió en un artículo publicado por el periódico ruso Izvestia. Y agregó: ?Todos estos artefactos científicos, o quizás culturales, son parte del legado de la humanidad, y su desaparición sin dejar rastro es nuestra pérdida común. Una investigación revelará lo que pasó realmente?.

Intentos fallidos

Las dudas rusas surgieron de inmediato que se conoció que Armstrong y Aldrin había pisado la superficie selenita durante el mismo período, la Unión Soviética también intentó llegar hasta la Luna, pero se vieron obligados a abandonar las misiones lunares después de que cuatro de sus cohetes experimentales fallaran y esas travesías quedaron truncas.



Quizá por eso, ahora, cinco décadas después, los rusos parecen dispuestos a sacarse las espinas y, si no se ponen a jugar a la conspiración y se concreta la misión a la Luna en 2019, algo muy probable, podrían certificar o desmentir si Armstrong estuvo en el satélite natural de la Tierra.

¿Puede llegar a constituirse en el fraude más grande de la historia?

La polémica no se instaló de inmediato, a excepción de los rusos que siempre tuvieron dudas sobre la llegada del Apolo 11 a la Luna. Sin embargo, y cada vez que se le exigieron pruebas sobre el alunizaje, la más contundente que entrega la administración de la NASA a lo largo de décadas es la imagen de una bandera estadounidense ondeando en la superficie lunar.

Pero en ese contexto, quienes han vivido de las intrigas y conspiraciones no se cansan de repetir que el movimiento de la bandera muestra claramente la presencia del viento, algo que es imposible en el espacio. De todas maneras, Houston, donde está la sede de la NASA, no se quedó callada, al afirmar a través de comunicados que, al momento de la toma, Aldrin estaba moviendo el asta de la bandera para sujetarla en el suelo lunar, lo que provocó ese extraño movimiento.

Otros que ponen en dudas el alunizaje especulan que el director estadounidense Stanley Kubrick podría haber ayudado a la NASA a perpetrar el fraude del primer aterrizaje lunar, debido a que su película de 1968 llamada ?2001: Odisea del espacio? demuestra que la tecnología existía en aquel entonces para crear artificialmente un escenario similar al del espacio.

En relación a los astronautas Virgil I. Grissom, Edward White y Roger Chaffee, quienes murieron durante un incendio mientras probaban equipos para la primera misión lunar, según los conspiradores de siempre habrían sido ejecutados por el gobierno de los Estados Unidos para que no revelaran la verdad de lo sucedido. Una teoría descabellada pero para nada imposible. Porque si de muertes se trata, hace poco el reconocido ufólogo estadounidense Graham McHardy, quien suele utilizar como seudónimo el nombre Streetcap1, falleció en misteriosas circunstancias, justo después de haber descubierto el reflejo de un hombre en el visor que llevaba uno de los astronautas mientras estaba en la superficie de la luna. Llamativamente, la imagen del hombre en la superficie lunar no llevaba la mochila de seguridad que utilizaban los astronautas durante las misiones espaciales.

Disputa con pocas treguas

A lo largo de la historia, Estados Unidos y la Federación Rusa (y anteriormente cuando ese país comandaba la llamada Unión Soviética) mantuvieron momentos de tensión por la intensa búsqueda de ser el país más adelantado en el plano espacial, generándose entre ambas potencias una verdadera carrera. Sin embargo, el 27 de septiembre de 2017, durante el 68º Congreso Internacional de Astronáutica que se realizó en Adelaida, Australia, la NASA y Roscosmos firmaron un acuerdo conjunto conforme al que desarrollarán una estación espacial entre la Luna y la Tierra.



Dicho convenio se incluye en el marco del llamado Deep Space Gateway (?Puerta al Espacio Profundo? en su traducción del inglés), un proyecto liderado por la NASA que tiene por objetivo desarrollar instalaciones cerca de la Luna, necesarias para realizar misiones al espacio más recóndito, entre ellas una futura misión a Marte que la agencia planea emprender en la década de 2030.

Esta declaración conjunta, según la NASA, ?refleja la visión común sobre la exploración humana? de ambas agencias, pertenecientes a países tradicionalmente enfrentados en otros ámbitos. ?Acuerdos como el firmado con Roscosmos muestran el concepto del Deep Space Gateway como buen ejemplo de exploración espacial asequible y sostenible?, expresó Robert Lightfoot, director en funciones de la sede de la NASA en Washington. A su vez, Igor Komarov, director general de Roscosmos, confesó que al menos cinco países están trabajando en la construcción de sus propios sistemas. Y ante numerosos periodistas agregó que ?para evitar futuros problemas de cooperación técnica, parte de las normas deberían unificarse, para que varios países tengan la posibilidad de trabajar en sus propias instalaciones y de unirse a la estación lunar internacional?.

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