Mary Turner Thomson, una mujer de 53 años en Edimburgo (Escocia), descubrió que su esposo tenía otras tres esposas y que era padre de al menos 13 chicos con seis mujeres.

De acuerdo con la mujer, su marido, el estadounidense William Allen Jordan, afirmaba ser un agente secreto de la CIA, los servicios de inteligencia norteamericanos.

"Conocí a William en internet cuando era madre soltera con un bebé de nueve meses. Fue muy encantador", recordó Mary, en declaraciones al Mirror.

Según su relato todo fue muy vertiginoso en su relación. "Comenzamos a salir y en dos semanas él me pidió que nos casáramos", sostuvo Thomson.

Si bien su primera reacción fue rechazar la propuesta, poco después asumieron el compromiso y estuvieron casados durante cuatro años.

"Después de seis meses de estar juntos, me quedé embarazada, lo cual fue una gran sorpresa porque me dijo que era infértil", afirmó la esposa.



William convenció a Mary de que era un agente de la CIA adscrito al MI5, el departamento de inteligencia británico.

A raíz de ello, siempre según el marido, debía afrontar diversas "misiones" y ausentarse del hogar.

Jordan llegó a convencer a su esposa de que entregara 200 mil libras para pagarle a unos chantajistas que amenazaban con secuestrar a su hijo Robyn -ahora de 19 años- y a los dos hijos de Mary, los cuales tuvo con su pareja anterior.

"Pensé que si no les dábamos el dinero, matarían a los niños. Estaba viviendo en un error humillante", admitió la mujer.



Sin embargo, la gran trama de mentiras de William se derrumbó cuando otra de sus esposas la llamó a Mary en abril de 2006 y la puso al tanto de la bigamia serial del hombre.

Tras ser denunciado y enjuiciado, Jordan cumplió dos años y medio de una condena de cinco años por diversos delitos, entre ellos, bigamia, posesión ilegal de un arma paralizante y fraude.

Al salir de prisión, fue deportado a los Estados Unidos.

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