Las urgencias diferentes entre Argentina y Brasil proponían un partidazo para el cierre del Sudamericano de Chile, pero el resultado no acompañó a ninguno de los dos: Los Verde-amarelhos ganaron por 1 a 0 con gol de Lincoln de penal y se quedaron afuera del Mundial, porque debían hacerlo por tres goles o más, y los Albicelestes no se dieron el gusto de cerrar su exitoso torneo con la obtención del título.

El triunfo de Ecuador, conducido por el argentino Jorge Célico, en la previa ante Venezuela por 3 a 0 condicionaba al elenco conducido por Fernando Batista, a tener que sumar al menos una unidad para arrebatarle el primer puesto, pero la Sub 20 jugó mal y la desazón del final en los rostros de los futbolistas dejó en claro que su intención era finalizar el certamen en el puesto más alto posible.

Dentro del campo de juego, durante los primeros cuarenta y cinco minutos, el equipo argentino sintió la ausencia de conexión entre sus tres volantes ofensivos y de mitad para adelante no generó grandes situaciones de peligro, ante un rival que tenía la obligación de ganar por más de tres goles de diferencia para soñar con la clasificación al Mundial. Sin ser netamente superior, los brasileños consiguieron ponerse en ventaja desde los doce pasos, debido a un claro penal de Santiago Sosa, quien tocó el balón con su mano. Con cierta actuación, Lincoln lo intercambió por gol.

Herido en su orgullo, el combinado Albiceleste salió con otra cara en el complemento: mayor movilidad, laterales más ofensivos y volantes centrales más comprometidos, para una levantada que fue de mayor a menor con el correr de las acciones y las limitaciones vistas en la primera etapa reaparecieron. La indecisión de ambos hizo que los minutos pasaran con más lucha que fútbol y que el tanteador no vuelva a modificarse.

Para el próximo Mundial de Polonia, la presencia nacional está confirmada, lo mismo que para el Panamericano siguiente, pero el resultado final ante Brasil fue la mancha que quedó para un ciclo que comenzó a los tumbos y de la mano del Bocha Batista llegó a buen puerto, con el objetivo cumplido.

Diario Popular