"Lamentablemente, no puedo aconsejar a los judíos que lleven la kipá - gorro tradicional de esa comunidad- por cualquier parte de Alemania", dijo Felix Klein, encargado contra el Antisemitismo del gobierno alemán durante una entrevista que dió al medio local Funke. Sus dichos abrieron una polémica en el ámbito político.
Según el funcionario, la recomendación se da en un contexto en que el número de incidentes antisemitas aumentó en Alemania. Klein, que forma parte del Ministerio del Interior justificó sus declaraciones por la "creciente desinhibición social" frente a expresiones o actitudes agresivas contra los miembros de la comunidad judía.
Por su parte, el presidente de Israel Reuven Rivlin cuestionó los dichos y acusó al funcionario de ceder ante las personas que atacan a los judíos. Dijo sentirse "sorprendido" por las declaraciones. "Los temores sobre la seguridad de los judíos alemanes son una capitulación ante el antisemitismo y admiten una vez más que los judíos no están seguros en territorio alemán", remarcó en un comunicado.
Se calcula que hay alrededor de 100 mil judíos viviendo en Alemania, la gran mayoría relativamente laicos. Las cifras difundidas por el ministerio del Interior, los delitos xenófobos y antisemitas aumentaron en 2018 en casi un 20 %. En total, se registraron 7.700 delitos de índole racista, mientras que los de carácter antisemita se situaron en 1.799 casos.
Hace un año, y a raíz de una agresión sufrida en Berlín por un joven que iba con la kipá, decenas de miles de personas acudieron a una concentración en la capital alemana cubiertos con esa prenda en señal de solidaridad y reclamando coraje cívico contra el antisemitismo.
Diario Panorama
