Un nene de 10 años huyó de su hogar en el barrio Huaico Hondo, en Santiago del Estero, y fue encontrado sano y salvo días más tarde en un baldío. Al ser interrogado por las razones que motivaron el escape, el menor brindó detalles sobre las agresiones físicas que sufría por parte de un pariente, con quien vivía desde que murió su madre.

Miguel Ángel Rodríguez desapareció el pasado lunes al salir de su casa. En un primer momento, la búsqueda fue emprendida por sus hermanas, que luego radicaron la denuncia correspondiente en la Comisaría Comunitaria 9.

Tras 48 horas de incertidumbre, el personal de la División Trata de Personas lo halló sano y salvo el pasado miércoles en un descampado a escasos metros de su hogar. Al ser interrogado por los motivos de la huida, Miguel Ángel relató como él y sus seis hermanitos huérfanos no comían y eran golpeados con rebenques.

Los menores eran oriundos de Garza, una localidad del departamento santiagueño de Sarmiento. El año pasado, su madre falleció y la Justicia dictaminó que los llevaran a vivir con su hermana mayor, en pareja y madre de dos niños, al barrio Huaico Hondo.

La pareja de su hermana los obligaba a llamarlo "papi", les imponía limpiar un baño precario y sólo podían comer cuando él lo decidiera. También era habitual que el hombre los golpeara con un rebenque en el fondo de la casa, informó El Liberal.

Tras oír el relato, los fiscales del caso, Cecilia Larred y Mariano Gómez, arribaron a la casa y recopilaron los testimonios del resto de los niños, quienes mostraron las escoriaciones que tenían en sus brazos y rodillas.

Las historias de las víctimas apuntaban a su cuñado como el responsable de las agresiones, encierros y torturas, por lo que quedó detenido.

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