El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, decretó este jueves el estado de excepción en todo el país durante 60 días a raíz de las múltiples protestas en la capital, Quito, en rechazo al "paquetazo" de medidas económicas de su Gobierno.

La gota que rebalsó el vaso fue el aumento de los combustibles provocado por el recorte en los subsidios, pero los manifestantes -estudiantes y trabajadores del sector del Transporte- terminaron por pedir la renuncia de Moreno en las calles de Quito, informó la agencia de noticias EFE.

 

A la par del tumulto y los cortes en las calles de Quito se desarrollaron piquetes y cortes de ruta en todo el país, lo que impulsó al Presidente a decretar el estado de excepción porque "los derechos se exigen sin perjudicar aquellos que son fundamentales para el progreso del país", como escribió en Twitter.

El efecto del estado de excepción en Ecuador incluye la movilización de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para "reforzar el control interno para garantizar la integridad y convivencia pacífica de los ciudadanos a nivel nacional y la intervención emergente ante incidentes flagrantes que vulneren derechos de las personas".

También se suspendió el derecho a la libertad de asociación y reunión, se limitó la libertad de tránsito para los ciudadanos particulares.

La ministra de Gobierno, María Paula Romo, informó a medios locales que el estado de excepción durará por 60 días.

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