Sumó 30 años de prisión por abusar sexualmente de su compañero de celda, en un penal de la provincia de Salta. Aldo Federico Hurtado (38), alias "Flequillo", estaba cumpliendo una condena de 23 años de prisión hasta el pasado 11 de mayo cuando agravó su situación ante la ley por un grave episodio que protagonizó en el penal de Villa Las Rosas. El recluso fue denunciado por el delito de abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de un compañero de celda de la penitenciaría local.

Por este hecho lo condenaron a seis años de prisión y con la sumatoria de la que estaba cumpliendo se le extendió a casi treinta años. El caso llegó a juicio en tiempo récord debido a las evidentes pruebas en su contra y por haber reconocido su culpabilidad. La víctima del ultraje declaró que Hurtado lo sometió sexualmente mientras lo amenazaba con un elemento punzante en el cuello. Refirió que el imputado le advirtió que si gritaba, pateaba la puerta o llegaba a decir algo a los guardias penitenciarios lo iba a degollar.

Ante el riesgo de que Hurtado cumpliera con la amenaza optó por mantenerse en silencio, pero luego denunció lo que había sucedido, a pesar de que el violador le ratificó la sentencia a muerte en caso que lo delatara. Para garantizar la integridad del denunciante, las autoridades penitenciarias disidieron que sea alojado en un pabellón de máxima seguridad.

En un juicio abreviado que se realizó el viernes pasado, la jueza María Victoria Montoya Quiroga condenó a "Flequillo" a la pena de seis años de prisión efectiva. Durante el proceso Hurtado aceptó los cargos en su contra y aceptó la condena solicitada por el fiscal de la causa. La magistrada lo consideró "autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal en concurso real con amenazas agravadas por el uso de arma". Al mismo tiempo lo declaró reincidente por primera vez y le unificaron la condena con otra dictada anteriormente por la Cámara del Crimen de Orán en la pena única de 29 años de prisión efectiva.

La jueza ordenó, además, la extracción de material genético del condenado para su inscripción en el Banco de Datos Genéticos, previa asignación del DUIG por el Registro provincial de condenados vinculados a delitos contra las personas y contra la integridad sexual.

Fuente: El Tribuno de Salta

Diario Panorama