Nadie va a descubrir la calidad de delantero que River recuperó, pero no está de más decir que este momento de Ignacio Scocco significa para Gallardo una enorme posibilidad de contar con una variante de jerarquía que en cualquier instancia ya demostró que saca la diferencia.

Desde su llegada empezó a mostrar que no venía de paso y mientras fue consolidando su trayectoria en este equipo los goles sólo hacían confirmar que su calidad era la que en ese momento River fue a buscar. Por eso no fue fácil para él bancarse tanto tiempo afuera de las canchas y perderse lo más trascendental del año que pasó, pero después de tanta espera, Nacho volvió a mostrar cómo un futbolista de su experiencia puede superar una lesión que, tras varios meses de dejarlo sin acción, hoy parece tenerlo como si nada le hubiese pasado.



En un abrir y cerrar de ojos, Scocco consiguió otro doblete en su carrera (el quinto) y ya es, junto a Gonzálo Martínez, el segundo goleador histórico de la era Gallardo detrás del todavía inalcanzable Lucas Alario. Un animal competitivo que demuestra que aún en los contextos menos favorables para su juego, como lo es convivir en un equipo alternativo, y también aprovecharse de las formaciones habitualmente titulares como lo fue el último partido de Copa Argentina, saca diferencia. Él siempre está el tiempo que le toque jugar, siendo parte del equipo desde el comienzo o ingresando como suplente.

Si bien es cierto que resulta arriesgado imaginarlo como titular contra Boca porque el que tendría que salir (Suárez) tampoco lo merece ¿Quién le quita a Nacho el sueño de jugar un partido tan trascendental como el del próximo martes? ¿Qué mejor manera de sacarse la frustración por haber trabajado tanto para jugar en Madrid sin suerte? Preguntas que, aún sin saber si las piensa Gallardo, podríamos ayudarlo a expresarlas...

Lo cierto es que desde el lugar que le toque, River confirma la recuperación total de un delantero de excepción. Bienvenido de nuevo, goleador...

T y C