El agricultor Gonzalo Crespo halló enterrada la estatua de una leona de piedra –leona íbera– capturando a su presa a 50 metros en una finca de Cañablanquilla, en Córdoba, España.
El hallazgo se dio luego que el hombre estuviera haciendo una faena entre los olivos y “el tractor diera un golpe contra una piedra".
Crespo araba la tierra entre los olivos y su tractor golpeó contra la piedra que finalmente terminó siendo el hallazgo arqueológico.
"Pasé y noté que el tractor se había encontrado un obstáculo, pero estas máquinas modernas están preparadas para no romper. Continué y cuando me di la vuelta, la vi", añadió el agricultor.
Tras este suceso, el campesino se puso en contacto con un amigo quien llamó al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Ante el llamado, llegaron los agentes y empezaron con la recuperación de la leona de piedra.
La estatua encontrada semienterrada estaba en excelente estado de conservación. De acuerdo a los primeros datos, podría tener unos 2.500 años de antigüedad.
La escultura fue trasladada al Museo Arqueológico de Córdoba para ser estudiada por completo. De acuerdo con Francisco Javier Maestro, alcalde de San Sebastián de los Ballesteros, ésta sería la primera vez que se da un descubrimiento arqueológico de notable importancia.
