El presidente Josep María Bartomeu y Javier Bordas se juntaron con el padre y hermano de Lionel Messi y un abogado de la familia para definir el futuro del jugador argentino. La reunión duró más de una hora y los dirigentes siguen firmes en la decisión de contar con el argentino en su plantel.


El encuentro se dio en un marco de cordialidad, pero la postura de ambas partes no se movieron y defendieron sus intereses. Por un lado, Bartomeu fue muy contundente en sus argumentos y pidió que Messi cumpla su contrato, que vence en el 2021, o que se abonen los 700 millones de euros de la cláusula de rescisión. Además, dejó en claro que la intención de los dirigentes y cuerpo técnico es seguir contando los servicios del argentino por un tiempo más y que mantienen en pie la renovación de contrato por dos años más.
Por su parte, Jorge Messi recordó que habían pedido la rescisión del contrato, a través del burofax enviado el pasado martes, interpretando que la cláusula de salida es aplicable al final de la temporada pospuesto por la pandemia de coronavirus.
Además, por el lado del delantero argentino aseguraron que él ya dio por terminada su etapa en el club tras 20 años y por ese motivo no se presentó a entrenar esta semana. Ante esta situación, los dirigentes respondieron que "La Pulga" sigue siendo jugador del Barcelona y que seguirán las conversaciones pero que será muy difícil cambiar de opinión.
Si la situación se complica, el jugador argentino podría recurrir al transfer provisional de la FIFA si entiende que la interpretación del contrato le da la razón pero para que eso pase debería pedirlo un club que lo quiera al máximo organismo del fútbol mundial.