En exclusiva con la Agencia Noticias Argentinas, Juan Palomino habló sobre su regreso al teatro comercial, su vínculo artístico con Fabián Vena, el estreno de El divorcio del año y el modo en que sus propias experiencias sentimentales influyen en la construcción de los personajes.
Con sinceridad y una mirada adulta sobre los vínculos, el actor dejó definiciones que conectan directamente con lo emocional de la obra.
“Mi debut con José fue en Sex, vine cubierto de cuero”
En este mano a mano, Palomino recordó su primer encuentro profesional con José María Muscari, el director del espectáculo: “Mi debut con José fue precisamente en Sex, en Carlos Paz, o sea que vine cubierto de cuero”, dijo entre risas.
El actor detalló que aquella temporada representó un desafío distinto: “Fue una linda experiencia, pero la experiencia era otra cosa. Es otra cosa completamente distinta a la estructura de esta obra”.
Palomino remarcó que este proyecto le permitió reencontrarse con Fabián Vena tras más de dos décadas: “Nos permite reencontrarnos con Fabi. No nos veíamos desde el 2001, casi veinticinco años”.
El actor celebró el desafío que implica abrir la temporada teatral: “Vamos a abrir la temporada el 2 de enero, vamos a ser los primeros que lanzamos. Estamos muy contentos de esta estructura, de esta familia que se armó”.
Luego, al ser consultado sobre si él y Vena tomaron experiencias personales para componer a sus personajes, Palomino explicó: “Fabi fue muy concreto, muy claro, muy diáfano y muy preciso en esto de las experiencias, y creo que forma parte del patrimonio emocional de un sujeto”.
Por otro lado, el interprete reflexionó sobre sus propios divorcios: “Mis separaciones han tenido que ver mucho con el darse cuenta. Cuando uno se da cuenta, del otro lado también”.
También habló de la madurez necesaria para reconocer desencuentros: “Hablar de madurez, de entender la lógica del amor, que a veces uno no está en sintonía y que a veces es muy cerrada también”.
Asimismo, describió el fenómeno emocional que atraviesa el final de una relación: “El desencuentro muchas veces, uno no puede mejorar. Los desencuentros se producen y a veces uno se ahoga por distintos lados”.
El actor agregó que, inevitablemente, las vivencias personales aparecen sobre el escenario: “Los datos que uno tiene de la historia de cada uno se ponen en manifiesto. Como imágenes recurrentes que aparecen en determinados momentos”.
Además, Palomino explicó que la obra también retrata cómo la tecnología modificó las relaciones: “El espectador se va a dar cuenta de lo que viven estos personajes, envueltos en lo que significa la fama y las redes sociales. Estos vínculos se van construyendo y sosteniendo a partir de la aparición de los dispositivos y de las redes”.
“Antes una pareja se sostenía con mirar televisión. Ahora, con las redes sociales, muchas veces se sostienen vínculos que se hacen bien después de haber terminado hace mucho tiempo”, manifestó.
Finalmente, el actor cerró con que la clave está en reconocer límites: “La vida de una persona está sujeta a emociones que está bien que uno pueda darse cuenta de hasta cuándo uno puede seguir construyendo y hasta cuándo uno puede descargar”.