Kirk Douglas murió a comienzos de febrero y, luego de su partida, comenzó una lucha por su herencia. Tiempo antes de su fallecimiento, el legendario actor había afirmado que quería donar sus bienes a la caridad.

El artista tenía en su haber 61 millones de dólares que decidió repartir entre instituciones benéficas, universidades, templos y hospitales. Las donaciones se harán a través de la "Douglas Foundation", una fundación creada por el actor para “ayudar a aquellos que no pueden ayudarse a sí mismos”.

Lo que más llamó la atención de esta decisión fue que su hijo Michael, también reconocido actor de Hollywood, no recibió ni un centavo de su padre.
A la hora de las cuentas, Kirk dejó 50 millones a las diversas instituciones a las que quería ayudar. Los restantes 11 fueron repartidos entre diferentes miembros de su familia, entre los que no está incluido su hijo.
Es conocido que padre e hijo no habían tenido la mejor relación en el pasado debido a una cierta competencia laboral entre ellos. Si bien en el último tiempo se habían reconciliado parece que esta situación no alcanzó para volver a entrar en su lista de herederos.