“No he hablado con mi hermano aún, pero lo haré", expresó el príncipe William al salir de una visita a la escuela de Stratford, en Londres, junto con Kate Middleton. De esta manera, el duque de Cambridge se convirtió en el primer miembro de la familia real británica en referirse a la polémica entrevista que dieron el domingo el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle en el programa de Oprah Winfrey.
En una rueda de prensa informal, el segundo en la línea de sucesión al trono, fue contundente: "Definitivamente la familia real no es racista", manifestó el príncipe William al ser consultado brevemente por la guardia periodística que cubría la actividad oficial.
La primera declaración de la familia real se da luego de que los duques de Sussex participaran el domingo de una entrevista en el programa de Oprah Winfrey en la que contaron sobre su distanciamiento de la corona y las internas dentro del Palacio de Buckingham que llevaron a Meghan Markle a tener pensamientos suicidas: "simplemente ya no quería seguir viviendo", había dicho la duquesa.
En esa misma entrevista Markle habló de un episodio particular dentro de la residencia de los reyes del Reino Unido: allí "miembros de la familia real" se habrían preguntado sobre el color de piel de Archie, el primogénito de la pareja que reside en Los Ángeles luego de su distanciamiento de la corona el año pasado.
El padre de Meghan, Thomas Markle, dijo sentirse "decepcionado" esta semana luego de ver la entrevista que recorrió el mundo entero. La duquesa de Sussex no mantiene contacto con su padre después de las explosivas declaraciones de Thomas a la prensa sensacionalista antes de la boda real del príncipe Harry con Meghan Markle.