Luego de varios meses de angustia, desesperación y cadenas de oración constantes, la trilliza María Emilia recuperó la paz. Corchito Zavaleta, su hijo, recibió el alta y pudo volver a su casa con su familia después del gravísimo accidente que sufrió mientras jugaba un partido de polo.
Y aunque todavía le queda un largo camino de rehabilitación por delante, su vida está poco a poco volviendo a la normalidad. Por este motivo, Emilia (que había viajado en Marzo para acompañarlo a él, a su nuera y a sus nietos) pudo regresar a la Argentina.

Consultada por LAM, admitió: "Fue un horror, un golpazo. Sentimos que nos pasó un tren por arriba... la cosa estaba fea pero por suerte, agradezco a Dios por su recuperación".

Luego sumó: "En ningún momento de la vida estás preparado para recibir un llamado y que te digan que hubo un accidente. Ahora ya pasó y ni siquiera pregunté si volverá a jugar, supongo que lo hará porque es su pasión".

Al final, agradeció todas las muestras de cariño que recibió en el peor momento: "El amor de la gente fue incondicional... armaron cadenas de oración sin siquiera conocer a mi hijo. El amor de un planeta, impresionante y esa energía sirvió".

El accidente.
A mediados de marzo, uno de los 3 hijos que tuvo la trilliza María Emilia con Clemente Zavaleta sufrió un terrible accidente mientras disputaba un partido de polo en Palm Beach. 'Corchito', como lo apodaron cariñosamente, fue embestido por otro jugador y cayó al piso junto con su caballo. A raíz de esto, quedó inconsciente y tuvo que ser trasladado de urgencia en helicóptero hasta un hospital.
El joven de 36 años superó varias intervenciones, una lesión en el tronco del cerebro y un coágulo en el mismo lugar, fractura de varias costillas y un pulmón sangrante. Pero los médicos hicieron todo lo posible por sacarlo adelante y lo lograron. Hoy, volvió a su casa de Francia con sus hijos y su esposa para comenzar con la segunda etapa de su rehabilitación.