
Lejos de los sets de televisión y las exigencias del streaming, Sabrina Rojas decidió tomarse un merecido descanso y viajó junto a su hija Esperanza a República Dominicana, donde eligió refugiarse en un lujoso resort frente a las playas más paradisíacas del mar Caribe.
Con el objetivo de desconectarse de la rutina y priorizar el tiempo en familia, la conductora compartió en sus redes sociales una serie de postales que reflejan el espíritu de su escapada: sol, mar y momentos de pura conexión con su hija, fruto de su relación con Luciano Castro.
En una de las imágenes más comentadas, se la ve recostada al borde de una piscina infinita con el mar de fondo, luciendo una bikini fucsia y negra. “El paraíso”, escribió junto a la foto, que rápidamente cosechó miles de likes y comentarios.
Otra de las postales que conquistó a sus seguidores muestra a madre e hija disfrutando juntas de la pileta, entre risas y gestos de complicidad. Ambas lucieron trajes de baño al tono, y el retrato transmitió la cercanía entre ellas y la decisión de vivir un viaje dedicado exclusivamente a fortalecer su vínculo.

Durante su estadía, Rojas también compartió momentos de relax frente al mar. En una de las escenas más comentadas, posó con un vestido tejido en tonos tierra, combinando elegancia y naturalidad frente al paisaje de arena blanca y aguas cristalinas.
Las imágenes también dejaron ver distintos rincones del hotel: desde la barra de tragos hasta la piscina con vista al océano. En cada una, Sabrina mostró un costado más espontáneo y relajado, lejos del perfil mediático y de las polémicas.
Uno de los momentos más tiernos fue una foto de Esperanza posando sola en el muelle, luciendo un conjunto de bikini rosa y pollera negra. La adolescente, ya más crecida, reflejó en su actitud la madurez y la complicidad que la une a su madre.
Durante su escapada, Rojas aprovechó cada instante para conectar con la naturaleza y recargar energías: amaneceres caribeños, caminatas por la playa, charlas a corazón abierto y juegos en el agua marcaron el tono de un viaje donde el bienestar y la familia fueron protagonistas.
Al cierre de sus vacaciones, las postales dejaron una clara conclusión: la actriz encontró en el mar Caribe su refugio perfecto para descansar del ritmo laboral y reafirmar lo esencial. Entre risas, atardeceres y abrazos, Sabrina Rojas mostró que, más allá de las cámaras, su mayor tesoro sigue siendo el tiempo compartido con su hija.