Más de 130 ciudadanos venezolanos llegaron hoy a Caracas deportados por Perú, que los acusó de diversos delitos en medio de una tensión creciente entre ambos gobiernos por recientes medidas de Lima destinadas a perseguir con más rigor a sospechosos extranjeros.

Los deportados -que distintos medios locales cifraron entre 131 y 139- fueron recibidos en el aeropuerto internacional de Maiquetía por efectivos de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y la Interpol.

Fueron devueltos porque están sospechados de haber participado de delitos -aunque no fueron procesados ni sentenciados- o ingresaron al territorio peruano de manera irregular, explicó el ministro del Interior de Perú, Carlos Morán.
La mayoría de los deportados fue detenida el 13 de enero en una playa cercana a Lima, donde tenía su base una organización sospechada de haber asesinado a un empresario y de dedicarse al sicariato, la trata de mujeres y otros delitos.
En tanto, cerca de 30 fueron capturados en la ciudad andina Huancayo, acusados de delitos menores y de no haber cumplido los requisitos migratorios, según los diarios venezolanos El Pitazo y Tal Cual.
El viernes, el gobierno de Venezuela acusó al de Perú de “criminalizar” a compatriotas residentes en ese país y rechazó “de manera categórica” las “infames declaraciones” de Morán, quien había anunciado la creación de un cuerpo especial de la Policía para vigilar a los venezolanos.
Tres días antes, Morán había dicho: “El delito no tiene un perfil extranjero en general, pero vemos que la presencia de venezolanos ha generado conmoción y, por ello, la Policía Nacional ha formado un grupo especial, como lo hemos hecho en el pasado y también en el presente con buenos resultados”.
“Esos delincuentes extranjeros, esos venezolanos que han ingresado a delinquir, tienen solo dos caminos: irse del país o la cárcel”, agregó el ministro.