A solo una semana, dos hombres sospechosos de haber participado en el impresionante robo de joyas en el Museo del Louvre fueron detenidos el sábado por la noche en Francia, según informaron este domingo dos fuentes cercanas al caso.
Según medios franceses, uno de los sospechosos fue arrestado en el aeropuerto Charles de Gaulle, cuando se disponía a tomar un vuelo con destino a Argelia. El segundo fue detenido poco después en la región parisina, en Seine-Saint-Denis.
Por ahora, la Policía nacional sigue sin encontrar el botín con el que se hicieron los ladrones: las ocho joyas de Napoleón y la emperatriz Josefina, valuadas en más de US$100 millones, que robaron el pasado domingo tras entrar -a plena luz del día y mediante un montacargas- por una de las ventanas de la Galería de Apolo, uno de los espacios más reconocidos del museo.
La fiscal de París, Laure Beccuau, dijo que los investigadores de la Brigada de Búsqueda e Intervención fueron los que realizaron los arrestos. Además, en su declaración lamentó la filtración prematura de información y dijo que esto podría obstaculizar el trabajo de más de 100 investigadores “movilizados para recuperar las joyas robadas y detener a todos los perpetradores”.
En tanto, los expertos advierten que el tiempo apremia, ya que las joyas pueden ser fundidas o fragmentadas en partes pronto. Si se hace con éxito, algunos dicen que esas piezas más pequeñas podrían luego ponerse a la venta como parte de un nuevo collar, aros u otras joyas, sin llamar demasiado la atención. Tales piezas a menudo se venden por una fracción del valor de lo que fue robado, debido a su tamaño más pequeño, pero también porque fundir o descomponer artículos de alto perfil elimina su valor histórico.
En el caso de los objetos robados del museo más visitado del mundo, la antigüedad de algunas joyas -si se descomponen fácilmente- podría, en realidad, hacer que sea más difícil rastrearlas. Las gemas más nuevas, por ejemplo, a veces llevan una inscripción láser en su interior que puede ser evaluada en un laboratorio. Pero, debido a que estas son piezas históricas, es bastante improbable que tengan esas características identificatorias.
Cómo fue el robo al Louvre
Las autoridades afirman que los ladrones pasaron menos de siete minutos dentro del Louvre. Vestidos como empleados de mantenimiento -con chalecos naranjas y amarillos-, usaron un montacargas que llevaron hasta la fachada que da al río Sena, forzaron una ventana y rompieron dos vitrinas. Las alarmas hicieron que los agentes del museo se dirigieran a la galería, lo que obligó a los intrusos a huir en motos que los esperaban afuera hacia el centro de París.
El botín con el que se hicieron los ladrones tiene un gran valor histórico: una diadema de zafiros, un collar y un pendiente de un conjunto vinculado a las reinas del siglo XIX Marie-Amélie y Hortense; un collar y pendientes de esmeraldas ligados a la emperatriz Marie-Louise, la segunda esposa de Napoleón Bonaparte; un broche relicario; la diadema de diamantes de la emperatriz Eugenia y su gran broche en forma de lazo, un conjunto imperial de factura excepcional.
Una pieza más -la corona imperial de esmeraldas de la emperatriz Eugenia, que cuenta con más de 1300 diamantes- fue encontrada más tarde fuera del museo, ya que se les cayó en medio de la huida. La pieza presentaba daños pero los especialistas confirmaron que podrá ser recuperada.
En tanto, desde la dirección del Louvre defendieron la calidad de las vitrinas donde se encontraban las joyas robadas el domingo pasado: “El museo afirma que las vitrinas instaladas en diciembre de 2019 representaban un avance considerable en términos de seguridad, ya que el grado de obsolescencia de los antiguos equipos era evidente y, de no haberse sustituido, habría obligado a retirar las obras de la exposición al público”.
El robo agudizó las críticas sobre las medidas de seguridad en el Louvre, situación que llevó a su presidenta y directora, Laurence des Cars, a comparecer ante la Comisión de Cultura del Senado para dar explicaciones. Además, la mujer presentó su renuncia ante las autoridades, pero esta no fue aceptada.