Dos turistas denunciaron que fueron violadas por dos chamanes en un ritual milenario en Perú. Rebekah, de Nueva Zelanda, y Anna, de Canadá, fueron víctimas de abuso sexual durante el rito de ayahuasca en Perú. Las jóvenes, de 20 y 34 años respectivamente, pidieron ocultar sus nombres reales.
Este ritual siempre está precedido por un guía, a quien se conoce como chamán o curandero. Ellos les dan el brebaje, mezcla de dos plantas, a los turistas. Al cabo de media hora empiezan los efectos y sufren una especie de "purga". Algunos vomitan y hasta tienen diarreas, pero todos logran tener supuestas visiones sobre aspectos de su pasado. "Como él era un chamán, pensé que tenía superioridad moral. Confiaba en él. Es repugnante", expresó la víctima en la entrevista con la BBC.
Sin embargo, Rebekah no fue la única víctima. Anna también fue violada. Según la investigación, su abusador fue identificado como Guillermo Arévalo, un nombre que se repite en otros testimonios.