El lunes pasado, Matthew Webb, de 23 años, recibió un disparo en el cuello luego de mantener un altercado con un cliente que lo acusaba de haber entregado papas fritas frías en el pedido que había hecho su madre.
Michael Morgan, de 20 años, concurrió al local de comidas rápidas de Nueva York al considerar que los empleados de McDonald’s “se reían” del reclamo que había hecho
Morgan concurrió al local y comenzó una discusión con Webb; ambos salieron a las puertas del restaurante y allí el joven golpeó al empleado en el rostro y luego le disparó en el cuello con un arma de fuego. Webb fue trasladado a un nosocomio con muerte cerebral y este viernes falleció.
El sujeto sindicado como autor del disparo había sido acusado de intento de asesinato y posesión de armas, quien cuenta con un frondoso prontuario, ahora pasa a ser acusado de homicidio, según dijo la policía a los medios.