
La Policía de Indonesia confirmó este sábado que dos hombres han confesado haber asesinado a María Matilde Muñoz Cazorla, la española de 72 años desaparecida desde el pasado 2 de julio en la isla de Lombok. Tras semanas de incertidumbre, el hallazgo del cadáver enterrado en una playa y la admisión de los sospechosos transforman la desaparición en un caso de homicidio premeditado y robo con violencia.
La confesión de los sospechosos
En un comunicado difundido en la madrugada del domingo, la Policía de Lombok Occidental informó que los dos detenidos, de 34 y 30 años, reconocieron haber planeado el asesinato de Muñoz con la intención de robar sus pertenencias. Según sus declaraciones, accedieron a la habitación de la mujer a través de una ventana, la asfixiaron y posteriormente trasladaron el cuerpo hasta una playa cercana al hotel Bumi Aditya, donde fue enterrado.
El jefe de la unidad de investigaciones criminales de Lombok Occidental, Lalu Eka Arya Mardiwinata, indicó que se trata de un delito calificado como “homicidio premeditado y robo con violencia”. Las autoridades recalcan que los sospechosos permanecen bajo investigación judicial.
El hallazgo del cuerpo
El cadáver de Muñoz fue localizado el sábado en la playa de Senggigi, a menos de un kilómetro del hotel en el que se hospedaba desde hacía semanas. El cuerpo fue trasladado al Hospital de la Policía Regional Bhayangkara para ser sometido a una autopsia, prevista para este lunes. De momento, las autoridades no han revelado detalles sobre el procedimiento de identificación oficial.
Dos meses de desaparición y sospechas
Muñoz, nacida en Ferrol y residente en Mallorca, era una jubilada que viajaba con frecuencia por Asia. Su rastro se perdió el 2 de julio y, desde entonces, familiares y amigos denunciaron contradicciones en las versiones dadas por el personal del hotel donde se alojaba. La aparición en la basura del establecimiento de varias pertenencias de la víctima —ropa, sandalias, libros y una mochila—, sin rastro de su pasaporte, tarjetas ni teléfono móvil, aumentó las sospechas de un encubrimiento.
El sobrino de la víctima, Ignacio Vilariño, denunció desde España la inacción de las autoridades locales y reclamó apoyo diplomático para esclarecer el caso. La investigación en Lombok no comenzó formalmente hasta el 13 de agosto, más de un mes después de la desaparición, tras la presión de la familia y de la Embajada española en Yakarta.
De desaparición a caso criminal
Con la confesión de los dos presuntos autores y el hallazgo del cadáver, el caso de Matilde Muñoz da un giro definitivo: pasa de ser una desaparición cargada de incógnitas a convertirse en una investigación criminal por presunto asesinato premeditado. La Policía indonesia mantiene bajo custodia a los sospechosos y se espera que en los próximos días se ofrezcan más detalles sobre el proceso judicial y las posibles conexiones con el entorno del hotel donde la víctima solía alojarse desde hacía cuatro años.