El primer año del izquierdista Andrés Manuel López Obrador como presidente de México estableció un récord negativo, ya que los homicidios durante el año 2019 ascendieron a 34.582 casos, que representa la cifra más alta desde 1997.

La suma en cuestión equivale al escalofriante número de 95 asesinatos por día, por lo que los episodios de violencia en el país mexicano parecen no tener fin luego de que el gobierno militalizara la guerra contra las drogas allá por el año 2006.
Por aquel entonces, el ex presidente Felipe Calderón -que estuvo hasta 2012- se había propuesto dar la batalla contra el crimen organizando, alcanzando picos insólitos de violencia, algo que luego se desaceleró durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Desde que está López Obrador, su estrategia fue reducir la inseguridad a través de una lucha contra las causas de la misma, que a su juicio son la exclusión y la falta de oportunidades. Sin embargo, los resultados ponen en entredicho su política de seguridad.
Vale destacar que en 2018 las estadísticas habían trepado a 33.743 casos de homicidios, alcanzando también el nivel más grande según el conteo gubernamental, hasta que fue superado recientemente por las cifras del año pasado.
El actual mandatario López Obrador aseguró, entre otras cosas, que los cárteles de la droga son organizaciones que le hacen mucho daño al país pero “a diferencia de antes, ya no cuentan con protección del gobierno. Gobernaban México».