
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reconoció públicamente este jueves que su gobierno proporcionó armas a una milicia palestina en la Franja de Gaza enfrentada con Hamas. El mandatario justificó la acción asegurando que se trata de una estrategia para reducir el riesgo para las tropas israelíes en medio del conflicto bélico que ya lleva varios meses.
“Movilizamos clanes en Gaza rivales de Hamas. ¿Qué tiene de malo? Es solo bueno. Salva vidas de los soldados”, declaró Netanyahu en un video difundido en su cuenta oficial de la red social X (ex Twitter).
La declaración se produjo horas después de que el líder opositor y exministro de Defensa, Avigdor Lieberman, revelara en una entrevista con la radio pública israelí Kan que el Gobierno estaba entregando armamento a grupos armados en territorio gazatí.
Según informó el medio The Israel Times, fuentes oficiales señalaron que Israel suministró fusiles Kalashnikov a una banda conocida como “Fuerzas Populares”, conformada tras la ofensiva terrestre lanzada por el ejército israelí en mayo de 2024. El armamento habría sido en su mayoría incautado a Hamas durante las operaciones militares.
La revelación generó polémica y debate dentro y fuera del gobierno israelí, ya que si bien algunos sectores ven la medida como una forma de desestabilizar a Hamas desde dentro del enclave palestino, otros advierten sobre el riesgo de fomentar nuevos actores armados fuera del control estatal, lo que podría desembocar en una nueva dinámica de violencia interna.
Hasta el momento, no hubo una respuesta oficial por parte de Hamas respecto a esta nueva información. Sin embargo, distintos analistas internacionales señalan que el reconocimiento de Netanyahu representa un giro en la estrategia militar israelí, al promover alianzas temporales con sectores palestinos bajo la lógica del “enemigo de mi enemigo”.
Mientras tanto, la guerra en Gaza continúa, con un alto costo humanitario y sin señales claras de un alto el fuego duradero.