El sur de Brasil vive un drama sin fin. El fuerte temporal que azotó la región el fin de semana provocó nuevas crecidas de ríos y lagos. La ciudad brasileña de Porto Alegre cumplió este lunes 10 días inundada y es muy probable que la situación se agrave por otro desborde del río Guaíba, que podría alcanzar un nuevo nivel récord el martes, según advirtieron autoridades locales.
Las cifras de víctimas de la catástrofe climática que golpea el estado de Rio Grande do Sul desde principios de mes no paran de aumentar. Según el último balance de Defensa Civil, hay 147 muertos, 127 desaparecidos y 806 heridos. En el vecino estado de Santa Catarina se reportó un deceso. El número total de víctimas fatales asciende a 148 en todo el sur del país.
En ese contexto, el gobernador del estado, Eduardo Leite, pidió a los evacuados a no regresar a las viviendas, en especial en la capital provincial y sus alrededores. ”No es momento de volver a las casas todavía en las zonas de riesgo”, alertó en una rueda de prensa.
“Es la continuación de un drama sin fin”
Las lluvias ocurridas durante el fin de semana causaron nuevos desbordamientos en los ríos Taquari y Caí y afectaron principalmente a los municipios del interior del estado. Ahora, las autoridades advierten que el agua puede llegar este martes al Guaíba, que baña la capital, y causar nuevas inundaciones en la ribera de la Lagoa dos Patos.
El gobernador dijo que las personas que se encuentran en Eldorado, Porto Alegre, Guaíba y Canoas deben ser evacuadas ante el inminente empeoramiento de la situación. En total, ya son más de 2,1 millones las personas afectadas por esta catástrofe. Más de 80.000 permanecen en refugios y otros 500.000 en viviendas de familiares y amigos.
La cota del río Guaíba podría superar el pico histórico de 5,35 metros que alcanzó el 5 de mayo y llegar a 5,6 m en los próximos días, dijo Defensa Civil.
La agencia meteorológica MetSul alertó este lunes sobre la llegada de un frente frío a Rio Grande do Sul, que complicará la situación de los evacuados. “Estamos viviendo la continuación de un drama sin fin aquí en Rio Grande do Sul desde finales de abril, cuando comenzaron estas lluvias torrenciales”, dijo el vicegobernador Gabriel Souza a la cadena Globo.
La vida en el estado está absolutamente alterada, con casi 360.000 estudiantes sin clases y la atención de la salud volcada en hospitales de campaña. Importantes autopistas y rutas continúan total o parcialmente cortadas. Incluso, el aeropuerto internacional de la ciudad de Porto Alegre, la capital del estado, sigue bajo agua.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva suspendió el lunes una visita de Estado a Chile, inicialmente prevista para el 17 y 18 de mayo, debido a la catástrofe. La presidencia señaló en un comunicado “la necesidad de monitorear la situación de las inundaciones en Rio Grande do Sul y coordinar la atención a la población afectada y las tareas de reconstrucción”.
Defensa Civil informó que los trabajos de rescate, en los que participan 27.651 bomberos, militares y policías con el apoyo de 4.405 patrullas, 41 aeronaves y 340 embarcaciones, permitieron hasta ahora el rescate de 76.470 personas y de 10.814 animales.