Hoy, un grupo importante de trabajadores de la salud pertenecientes al Hospital Regional Río Gallegos llevó a cabo una gran manifestación que se inició dentro del nosocomio local y luego se trasladó hacia el Ministerio de Salud.

Se trató de los enfermeros de los diferentes servicios del HRRG quienes salieron a reclamar por el pago que se les adeuda, en concepto de las guardias realizadas y de las cuales, no saben cuándo les serán abonadas.

Los trabajadores esenciales nuevamente debieron reclamar por su sueldo y del que han trabajado a lo largo de esta pandemia, la cual seguimos transitando, pero son ellos, los que aún siguen siendo los “invisibles de las autoridades”, porque no son resueltas sus demandas.

En principio, un número significativo de enfermeros se dirigió a la Dirección de Enfermería dentro del hospital para pedir dialogar con las autoridades, pero al no encontrar a “nadie”, decidieron salir y marchar por las calles hasta la cartera de salud. Así, recorrieron a pie la autovía 17 de Octubre golpeados no sólo por el viento reinante, sino por el destrato de quienes tienen la responsabilidad política de darles una respuesta concreta.
En las puertas del ministerio se encontraron con personal policial que había sido enviado por las autoridades impidiéndoles el ingreso y por ende, la entrega de notas y petitorios que se habían elaborado con las firmas de todos los trabajadores.

Sus carteles identificaban el servicio al que pertenecen: Maternidad, Terapia Intensiva, Guardia, entre otros, así como sus colores en los ambos, y su necesidad de una solución porque “ahora nos sentimos explotados, porque no están cumpliendo tampoco con el Convenio Colectivo de Trabajo, ya que han creado un régimen laboral abusivo y por el cual aprietan a los trabajadores con descuentos si no lo cumplen”.

Los enfermeros en lucha se sienten “manoseados” en todo este tiempo que debieron estar en la primera de línea contra el virus, hoy por hoy, también solicitan la renuncia de directoras del departamento y han adelantado que están dispuestos a permanecer de manera pacífica en los lugares de trabajo hasta conseguir respuestas.