
En una jornada de movilización de los gremios santacruceños que nuclean a los trabajadores estatales de provincia y municipio, el secretario General del Sindicato de Obreros Municipales de Río Gallegos, Pedro Mansilla al ser foco de declaraciones del ministro de Gobierno, Nicolás Brizuela salió a dar su descargo sosteniendo que en tiempos donde “la paz social debe ser un objetivo común, es lamentable que un ministro de Gobierno -cuya función central debería ser conciliar y construir puentes- recurra a chicanas políticas desde un espacio institucional que debería garantizar diálogo, respeto y soluciones”.
“El ministro afirma que el SOEM ‘guarda silencio’ sobre la deuda del Municipio. Lo invito a repasar los medios, nuestras redes y nuestros comunicados: hemos reclamado histórica y sistemáticamente por la situación de la obra social. Desde hace años nos reunimos con el Colegio Médico, con los interventores de la Caja y exigimos a todos los niveles del Estado que cumplan con sus obligaciones”, consideró.
Luego el representante de los municipales de la capital santacruceña indicó: “El silencio jamás ha sido nuestro método; lo que sí es real es que la Provincia, bajo su propia órbita, recortó medicamentos, limitó prestaciones y dejó sin cobertura a trabajadores y trabajadoras con enfermedades graves en varios municipios, quienes aún esperan el alta para poder iniciar o continuar tratamientos”.
“Cuando el ministro -argumentó- habla de ‘romper el sistema solidario’, debería empezar por mirar la responsabilidad provincial en un sistema de salud colapsado, que no comunica sus decisiones a los sectores populares y que deja a familias enteras sin respuestas en situaciones críticas. Esa es la verdadera ruptura: la que se produce cuando el Estado falla en garantizar derechos básicos. Usted está fallando”.
Respecto a la “hipocresía” que menciona el ministro, Mansilla afirmó: “No hay mayor contradicción que exigir silencio ante problemas reales mientras se usa el aparato oficial para lanzar acusaciones en redes y portales del gobierno. Si de coherencia se trata, la Provincia debería primero garantizar que los afiliados reciban atención, que las prestaciones de discapacidad lleguen a tiempo y que las sentencias judiciales, incluso con amparo, se cumplan sin demoras que ponen vidas en riesgo”.
“Nuestro reclamo por una obra social eficiente no es un capricho ni un discurso electoral: es la voz de miles de trabajadores y trabajadoras que necesitan medicamentos, estudios, tratamientos y respuestas urgentes. El ministro tiene en sus manos la posibilidad de abrir espacios de diálogo, de atender a la dirigencia sindical o, al menos, de recibir a los propios afiliados para escuchar de primera mano las urgencias. Lo contrario es elegir la soberbia y la confrontación estéril”, subrayó.
Por úlitmo, Pedro Mansilla hizo un pedido a la figura política de ministro, afirmando que "en lugar de buscar titulares con acusaciones infundadas, le pedimos que cumpla con su rol de articular, escuchar y resolver. Hoy hay vidas en juego, y quien ocupa su cargo tiene la obligación de hacerse responsable de lo que pase. Desde nuestro lugar vamos a trabajar para sostener la paz social, pero sepa muy bien que el pueblo comienza a cansarse. Esperamos que usted esté a la altura de las circunstancias".