Todo ocurrió en un local comercial de la ciudad de Córdoba, mientras transcurría el partido de Argentina con Bolivia.
La dueña, Ruth, estaba con la pequeña en la caja y en el local había un empleado, que los asaltantes creyeron era el papá de la pequeña.
"Me pedían la plata. 'Le dije que se llevaran todo y no nos hicieran nada. Mi nena tenía el celular en la mano y se lo arrebataron. Sacaban la plata y el más grande dijo 'trae los precintos'", narró la mujer aún conmocionada.
"Creyeron que el chico, el empleado, era mi marido. Tenía a mi hija en brazos y me pedían más plata. Venían a torturarnos", agregó.
"Tenía a mi hija en brazos y cuando el más hombrecito lo tenía al chico le dijo: 'Quedate quieto porque tenés a tu hija acá'. Y la encañonaron en la cabeza", completó.