Según datos estadísticos elaborados por la Dirección Nacional de Investigación y Estadística de la Calidad Educativa (DINIECE- Ministerio de Educación de la Nación), en los últimos años aumentó significativamente el número de alumnos con discapacidad que cursan su trayectoria escolar en las escuelas secundarias. Esto implica celebrar no solo las condiciones de democratización de acceso a la educación de sectores tradicionalmente excluidos, sino que convoca también a recrear, repensar, rediseñar la escuela como dispositivo de inclusión social.
En este marco, docentes de San Juan invitan a implementar este jueves una jornada de reflexión y trabajo de integración, con la finalidad de generar un espacio de vinculación y aprendizaje interpersonal y relacional inclusivo.
“El desafío de construir un modelo educativo inclusivo nos lleva a diagramar acciones concretas donde se integren, empaticen y confluyan aprendizajes mutuos”, sostiene el profesor de Filosofía Federico Cánovas.
Entre los objetivos, se destacan los de potenciar habilidades y competencias de comunicación entre pares y propiciar la práctica y generación de habilidades y capacidades de inclusión, cuidado y valoración del otro, comunicación emocional y empatía, diálogo y pensamiento crítico.
Las habilidades y capacidades necesarias para el siglo XXI destacan la posibilidad de que las nuevas generaciones posean en mayor grado la apertura, la capacidad de integración y diálogo con culturas disímiles a la propia para entablar con ellas un diálogo fructífero, de enriquecimiento recíproco y posibilitador de una vida y comunión en paz.
“En este espacio de intercambio y construcción de valores, encontramos nuevas formas de interpretar la realidad. Nos encontramos invitados a apreciar nuestras diferencias y similitudes, a aventurarnos a ingresar en universos diferentes, unidos entre todos como familia humana”, destaca Cánovas.
“Se espera que puedan confeccionarse producciones personales o grupales de índole variada para luego ser compartidas y socializadas en el ámbito escolar y/o familiar”, concluye el docente.
Día Internacional del Síndrome de Down
El objetivo de la jornada es crear conciencia y destacar que las personas con este síndrome también pueden generar valiosas contribuciones al mundo. Por lo general, los bebés nacen con 46 cromosomas. Los bebés con Síndrome de Down tienen una copia extra de uno de estos: el cromosoma 21. Es por esto que también se le conoce como trisomía 21.
El síndrome de Down lleva el nombre de John Langdon Down, un médico británico que identificó por primera vez el síndrome. Respecto al diagnósticos funcionales, en general el síndrome lo puede caracterizar la discapacidad intelectual.
Este síndrome ha formado parte de la condición humana desde siempre, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud, indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU).