
Este miércoles se inició en el Senado el debate sobre la posible ampliación del número de jueces de la Corte Suprema de Justicia, en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales.
El senador salteño Juan Carlos Romero, aliado eventual del oficialismo y autor de uno de los proyectos que propone elevar la composición del tribunal de cinco a siete miembros, advirtió sobre los riesgos que implica recurrir a conjueces ante la falta de acuerdo entre los actuales integrantes del Máximo Tribunal.
“Si no están de acuerdo los tres miembros del tribunal, no hay mayoría y hay que citar conjueces. ¿Cuál es el riesgo? Uno, es el aumento o dilación de las soluciones; y la otra, más grave, al ser gente que viene de otros tribunales, puede llegarse a cambiar la jurisprudencia histórica de la Corte en diversos temas”, expresó Romero.
En la misma línea, sostuvo: “Que la decisión la tomen magistrados que no tienen tan viva la necesidad de la tradición en los fallos puede llevar a que terminemos cambiando, de un día a otro, jurisprudencias aceptadas”.
El senador también señaló que “hay algunos que dicen que aumentar el número genera inseguridad. Es posible, pero más grave es el hecho de que se pierda una línea de trayectoria en los fallos que nos haga previsibles. Y, sin justicia previsible, vamos a tener un riesgo de inseguridad para mucha gente”.
Uno de los momentos más tensos de la jornada lo protagonizó el jefe de la bancada de Unión por la Patria, José Mayans, quien propuso marginalizar a los actuales jueces de la Corte: Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti. “No están a la altura de las circunstancias”, aseguró.
La respuesta llegó rápidamente por parte de Romero, quien defendió el rol del tribunal: “Es la misma Justicia que condenó a cientos de represores que están presos o condenados, y que logró condenar en los últimos 20 años a muchos corruptos. No es criticar lo que no nos gusta, sino dejarla hacer su trabajo”.
La senadora rionegrina Mónica Silva también rechazó los cuestionamientos: “No es necesario que, desde este lugar, estemos haciendo acusaciones”.