La vicerrectora de la Escuela Fe y Alegría fue la primera en llegar a las 7 de este jueves al establecimiento educativo ubicado en las calles Castelli y Berazategui del barrio Ongay, en Corrientes Capital, y, al ingresar, se encontró con una insólita situación: un adolescente colgaba del techo del edificio tras haberse quedado atorado.
Su reacción fue inmediata: hizo un grito de advertencia que provocó que el joven se despertara. Es que, pese a la incómoda posición en la que permanecía, había sido vencido por el sueño tras varias horas sin poder zafarse del aprieto.
Según informó el rector del colegio, Vicente Ayala, en diálogo con Radio Dos, la mujer cerró las puertas del lugar y llamó a la Policía, intuyendo que se trataba de un intento fallido de robo, informó Clarin.com.
"Cuando los oficiales llegaron, se encontraron con el chico sentado en un rincón. Creemos que es un menor", relató la máxima autoridad de la escuela.
En tanto, describió la inédita estrategia que utilizó el chico, que se cree que no actuó solo, para poder trepar e introducirse en el sitio: "Apilaron sillas y pupitres para entrar por el techo".
Según precisó, "causaron destrozos y dejaron varios elementos tirados", aunque aclaró que "no pudieron llevarse nada porque el techo está a una altura considerable".
Además, el directivo contó que el joven forzó varias puertas y que, entre los objetos que había separado para llevarse, se destacaban un horno microondas y una pava eléctrica.
Aunque la identidad del adolescente detenido no trascendió, las autoridades confirmaron que no asiste al centro educativo, pero que sí reside en ese barrio.