Un mecánico y expolicía que había sido rescatista en la inundación de La Plata en 2013 fue asesinado de un tiro en la cabeza en la fosa de su taller, y por el crimen se detuvo a su cuñado.
El cuerpo de Alejandro Fernández, de 50 años, fue encontrado cubierto con aceite y con varias baterías de autos encima el pasado 3 de noviembre en el local de reparación de autos ubicado en la capital bonaerense.
Juan Carlos Larroque, de 63 años y hermano de la pareja de la víctima, fue arrestado el jueves por tarde en La Plata, y los investigadores sospechan que lo asesinó debido a una deuda que mantenía con el fallecido.
Todo comenzó el 3 de noviembre pasado cuando la Policía encontró el cadáver del hombre de 50 años en su taller mecánico ubicado en el camino General Belgrano entre 525 y 526, de la localidad platense de Tolosa.
La fuente consultada explicó que si bien en un primer momento se podía sospechar de un accidente, a los investigadores les llamó la atención que el cuerpo tenía aceite de auto, tres baterías y una parte de un motor encima.

De acuerdo con los resultados de la autopsia, Fernández tenía un disparo de arma de fuego en la cabeza, lo que le provocó la muerte. A partir de allí, la investigación se centró en el círculo íntimo de la víctima, debido a que no había puertas forzadas en el taller ni tampoco habían robado herramientas valiosas.
El vocero explicó que también llamó la atención que Fernández, cuando trabajaba en la fosa, cerraba el portón del taller, por lo que el homicida debía ser alguien conocido.
El procedimiento para apresar a Larroque, que fue imputado por el delito de homicidio agravado por alevosía, se llevó a cabo en su vivienda, que ya había sido allanada horas después del asesinato. No se descarta que una segunda persona haya participado del crimen, en el momento del ataque o encubriendo al autor.
La víctima era un expolicía bonaerense que se había hecho conocido en La Plata debido a que en la trágica inundación del 2 de abril de 2013 rescató con su bote a decenas de vecinos que habían quedado atrapados en sus casas.