El presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica de Salta, Juan Chibán, no dejó lugar a dudas: “2025 fue peor que 2024, y ya 2024 había sido muy malo”. Así sintetizó un año que golpeó con fuerza a la hotelería y a la gastronomía, los sectores más sensibles a la caída del consumo y a los movimientos económicos del país.
Según describió, el impacto fue transversal. El consumo cayó entre un 20% y un 30% respecto al año pasado. La gastronomía y el ocio fueron los primeros rubros en resentirse, por ser gastos fácilmente postergables. Ante lo cual, la rentabilidad es prácticamente nula y los costos fijos “se llevan todo”.
Además contó que muchos comercios están en venta y advierten que, si no hay cambios, los cierres podrían comenzar.
La presión impositiva y los embargos crecieron de manera alarmante. “Socios con cuentas embargadas por deudas de apenas un mes y medio”, alertó.
De acuerdo a lo informado por El Tribuno de Salta, Chibán remarcó que el problema no es aislado: la baja de consumo que se profundizó en 2024 continuó a un ritmo aún mayor en 2025, llevando al límite a un sector que depende de la actividad cotidiana, el turismo y la estabilidad económica.
Un fin de semana récord, pero insuficiente
Si bien el último fin de semana largo del año trajo un alivio que Chibán definió como “el mejor fin de semana del 2025”, el dirigente aclaró que se trató apenas de un “veranito”.
La ocupación logró despegar gracias a eventos y actividades convocantes, pero estuvo lejos de los niveles de hace cuatro años, cuando los feriados largos aseguraban movimiento casi pleno en la ciudad y el interior provincial. Aun así, la experiencia demostró algo fundamental: “La previsibilidad mueve el consumo”. Con cuotas y algo más de aire, las familias volvieron tímidamente a darse pequeños gustos.
Los costos del sector: presión tributaria, informalidad y pérdida de competitividad
Según Chibán, Salta y todo el país enfrentan un problema estructural: IVA más alto que el de países vecinos, ingresos brutos y tasas que regiones limítrofes no pagan, mercado informal que duplica la carga sobre quienes sí cumplen.
Todo esto genera un escenario en el que Argentina pierde competitividad turística, incluso teniendo un tipo de cambio favorable para visitantes extranjeros.
El dirigente apoyó abiertamente la reforma tributaria y laboral que podría presentarse en las próximas semanas: “Es fundamental. No podemos crecer así. Hay que ampliar la base de aportantes y bajar la carga para quienes pagan”.
Empleo en riesgo: no hay reemplazos y el sector se achica
“No hubo despidos masivos, pero los puestos que se vacían no se reemplazan, lo que implica una caída real del personal ocupado”. Si la situación no mejora, los cierres y despidos serán inevitables, advirtió Chibán de forma contundente.
El escenario se agrava con la acción reciente de organismos impositivos, que según describió “salieron con los tapones de punta”. La combinación de baja recaudación, demora en pagos de impuestos y embargos express dejó a muchos comercios al borde de la imposibilidad operativa.
Elena Perdigón: alivio por el feriado largo, pero balance “difícil” del año
La empresaria hotelera y también integrante de la Cámara, Elena Perdigón, aportó una mirada complementaria desde el interior del sector. Tras un año marcado por altibajos, afirmó que el fin de semana largo fue el mejor del año, con ocupaciones de:
70% a 80% en zonas turísticas
Hasta 85% en Rosario de la Frontera
70% a 80% en Valles Calchaquíes
Sin embargo, expresó: “Necesitábamos un fin de semana así. Hacía meses que el interior no veía estos números. Pero fue una excepción, no la regla”.
Por qué cayó tanto el turismo interno
Perdigón explicó que hoy la decisión de vacacionar se piensa mucho más debido a que el costo familiar es alto, la alimentación es cara en cualquier destino, ya no existen las “mini vacaciones” frecuentes y la gente elige solo uno o dos fines de semana al año para viajar.
También remarcó que los precios deben ser competitivos frente a Mendoza o Iguazú. Además, la tendencia es clara: el turista reserva a último momento, lo que obliga a todo el sistema hotelero a adaptarse.
El costo de mantener un hotel: gastos fijos que no dan respiro
Perdigón detalló los costos invisibles que afronta cualquier establecimiento legalmente habilitado:
* Seguros de responsabilidad civil
* Emergencias médicas
* Impuestos municipales
* Gastos laborales
* Mantenimiento constante
* Exigencias de seguridad
Muchos hoteles pequeños y medianos debieron reducir personal durante 2025, un ajuste que no se veía desde hace años. Aunque algunos establecimientos pudieron sostenerse, el pronóstico para 2026 obliga a ser cautos.