Nuevas resonancias de la postulación de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema de Justicia. Este martes, la senadora Alejandra Vigo -alineada con el Gobierno de la provincia Córdoba- ingresó un proyecto en el Senado para garantizar el cupo de género en el principal tribunal nacional.
De forma similar a un planteo que realizó la diputada Margarita Stolbizer, Vigo presentó un proyecto de ley para que la Corte Suprema de Justicia tenga, como mínimo, 30% de integrantes mujeres. Hasta este momento, hay cuatro miembros en el máximo tribunal: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda.
Precisamente Maqueda cumplirá los 75 años en diciembre, llegando a la posible edad jubilatoria de los jueces supremos. El Gobierno planea ocupar su lugar y el de Elena Highton de Nolasco, quien renunció en 2021 y dejó vacante su puesto, por Lijo y García Mansilla. La propuesta de Vigo -que contaría con el apoyo de la también senadora provincialista Mónica Silva- apuntaría a completar la Corte con dos juezas mujeres.
El proyecto que busca un 30% de mujeres en la Corte Suprema
La senadora Alejandra Vigo, que integra el bloque de Unidad Federal y pliega sus acompañamientos a los intereses del Gobierno de Córdoba, reaccionó con rechazo a las propuestas del Gobierno para la Corte Suprema: “En pleno sigo XXI, con los avances y conquistas que logramos las mujeres, solo podemos ver con desagrado la falta de perspectiva de género en la propuesta anunciada por el Poder Ejecutivo Nacional para la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Es un retroceso significativo”.
En ese sentido, la legisladora presentó al Senado un proyecto que busca modificar el artículo 21 del Decreto-Ley 1285/58, sobre la organización del Poder Judicial, para que postule que: “La Corte Suprema de Justicia de la Nación estará conformada por cinco miembros con representación federal de distintas jurisdicciones e integración en un mínimo de 30% de mujeres”. Entre los argumentos, sostiene que la Corte Suprema se ha “masculinizado de modo monopólico”.
A su vez, propone que la “composición de cada tribunal federal colegiado contará con un mínimo de 30% de mujeres”, que alcanzará “las cámaras nacionales de apelaciones en lo civil y comercial federal, en lo contencioso administrativo federal y federal de la seguridad social de la Capital Federal” y en “las cámaras nacionales de apelaciones en lo civil, en lo comercial y del trabajo de la Capital Federal”.
En términos del funcionamiento judicial, contempla que “las cámaras federales de apelaciones con asiento en las provincias se integrarán con el juez, jueza o jueces de la sección donde funcione el Tribunal”. Finalmente, piensa que en caso de recusación, excusación, licencia, vacancia u otro impedimento de los jueces de la Cámara Nacional Electoral, se integrará “por sorteo entre los miembros de la Cámara Federal de Apelaciones en lo Penal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Perspectiva de género en la Justicia
Entre los argumentos de la propuesta, Alejandra Vigo remarcó el rol de las ex juezas Elena Highton de Nolasco y Carmen Argibay, comprendiendo que “generaron impactantes transformaciones de género en todo el país”. “En su momento, por el impulso de las ministras Highton y Argibay se crearon la Oficina de Violencia Doméstica y la Oficina de la Mujer, las que fueron copiadas en casi todas las jurisdicciones provinciales”, recordó.
A su vez, apuntó que "desde el año 2021, la Corte Suprema de Justicia de la Nación está integrado por cinco miembros hombres. El fallecimiento de Carmen Argibay, en 2014, y el retiro de Elena Highton de Nolasco, hace más de dos años, junto a la falta de postulaciones femeninas, hizo que el máximo tribunal se masculinizara de modo monopólico”.
“Las obligaciones y compromisos internacionales asumidos por el Estado argentino con el principio de igualdad y no discriminación en razón del género deben ser garantizados con la postulación de juezas, académicas y expertas jurídicas. Seguiré trabajando por la equidad y la igualdad de nuestros derechos. Por lo cual, para evitar que una Corte sin mujeres sea una Corte sin Justicia, solicito a mis pares que me acompañen en esta iniciativa”, concluyó Vigo.
