La familia de la menor se enteró de las agresiones por sus cambios de conducta. La pareja del detenido es tía de la víctima y está prófuga por ser cómplice.
La Policía bonaerense detuvo a un hombre acusado de abusar sexualmente a la sobrina de su pareja en el año 2014, cuando la menor tenía 8 años.

Los padres se enteraron de los abusos por cambios en la conducta de la joven, razón por la cual decidieron que sea sometida a exámenes psicológicos. Los especialistas les informaron que "presentaba signos claros de haber sido abusada sexualmente".
Tras los resultados, la chica confirmó mediante la cámara gesell los reiterativos de abuso que sufrió durante esa etapa de su niñez. Asimismo, señaló que el abusador en cuestión era la pareja de su tía -que se encuentra prófuga- y que ella era cómplice porque sabía lo que sucedía y no hacía nada.
Mientras que su pareja, el abusador, lo detuvieron después de la declaración sobre cómo fueron los hechos. El primer episodio sucedió cuando en una de las salidas que hacían los tres, el hombre llevó a la chica a un descampado deshabitado, ubicado en la calle Miguel Cané al 200, del barrio Los Naranjitos, y abusó de ella.
El segundo y el tercer abuso fueron comprobados que ocurrieron en el domicilio de los acusados, que queda en la parte delantera del terreno donde la menor vivía con su abuela. Tras los ataques la vestían y luego la enviaban a su casa, como si no hubiese pasado nada, con una advertencia aterradora: "Vamos a matar a algún ser querido si decís algo”.
Recién a los 16 años llegan la confesión de la menor
La menor decidió no contar los abusos que sufrió de chica y se guardó ese terrible secreto bajo siete llaves hasta que a los 16 años, que tiene actualmente, notaron que algo guardaba en su interior y que generaba cambios en su conducta repentinos. Para la Justicia, los ataques corrompieron el normal desarrollo de la sexualidad de la víctima, que continúa con secuelas y que recién ahora fueron dados a conocer.
La causa
El detenido está acusado de abuso sexual agravado por el acceso carnal y por configurar un sometimiento gravemente ultrajante para la víctima y por ser los encargados de la guarda en tres hechos, en concurso ideal con corrupción de menores.