En la tarde de hoy la policía fue alertada de un ilícito en un comercio de venta de agua sobre calle Chile al 400. Las actuaciones estuvieron a cargo del personal de la División Comisaría Primera de la ciudad de Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz.

Alrededor de las 18:30 horas vecinos alertaron a la policía sobre un hecho que se había suscitado en el local de “Agua vital” ubicado sobre calle Chile al 400. Hasta el lugar acudieron los efectivos de la Comisaría Primera, quienes constataron la rotura de vidrios del frente del negocio, poniéndose en contacto con vecinos del lugar quienes les habrían dado algunos datos del supuesto autor.

Inmediatamente se hizo un rastrillaje por la zona tratando de hallar al responsable, situación que habría arrojado resultados negativos.
Al lugar fueron solicitados los miembros de la División Gabinete Criminalístico, mientras un responsable del comercio realizaba la denuncia respectiva en la dependencia.

De acuerdo con lo que pudo saber Santa Cruz en el Mundo en el lugar había un desorden manifiesto con bidones de agua dispersos en el suelo, además parte del ventanal totalmente roto, y obviamente una confusión generalizada. Todo se dio cuando ya el local estaba cerrado y aún había cierta claridad.
Sobre el particular se dio intervención al Juzgado de Instrucción Nº 2 a cargo de la Juez, Dra. Valeria López Lestón.
La dueña
Ante la situación que se vivió, Santa Cruz en el Mundo pudo conversar con la propietaria del local, quien precisó que no sólo hubo daños en su negocio, sino que además confirmó que fueron presa de un robo.
Lucila Correa está viviendo en la ciudad de Córdoba junto a su familia y nos señaló que dejaron a una persona responsable del manejo del comercio, quien hoy les informó lo sucedido y llevó a cabo la denuncia correspondiente.
“Lamentablemente hoy nos toca estar muy lejos y recibir la noticia de un robo nos ha dejado muy preocupados. Solicitamos a los vecinos que puedan aportar algún dato que lo hagan llegar a la Comisaría y así esclarecer la situación, les pedimos que se solidaricen”.
Asimismo la dueña describió que “el ladrón o ladrones les robaron la recaudación del día y una computadora, mientras que a otra computadora la tiraron al piso, nos desordenaron todo. A mis empleados no los dejaron tocar nada. Encima estamos acá, tan lejos, y muy nerviosos por lo que pasó”.
“Le pido a quien nos pueda ayudar que aporte algún dato”, reiteró Correa.