El hecho conmocionó la capital de San Juan cuando se dio a conocer la muerte de una vecina, quien se dijo poseía cabañas de alquiler en El Calafate (provincia de Santa Cruz). Además, si bien la pareja aparentemente estaba separada, con el correr de las horas se pudieron conocer detalles del lamentable suceso.
Una infidelidad de él, sus celos, su carácter posesivo y su obsesión porque ella no estuviera con nadie más que con él, aparecen entre las causas que llevaron al desgaste y la ruptura de la pareja. Y al descontrol de él, pues en una ocasión en que Paola Agüero (51), se fue de viaje sin decirle nada, bloqueándolo en su teléfono, él se "volvió loco" por no saber dónde estaba. Nadie pudo decírselo, porque de esa visita a El Calafate, donde vivió muchos años y tenía cabañas, sólo sabían sus más íntimos, dijeron fuentes policiales. Fue durante esa ausencia que el italiano Rogelio Héctor Schiaroli (71) dio muestras de cuán lejos podía llegar: "si no aparece puede pasar algo grave", le habría dicho a una de sus amigas.
Esa expresión no fue tomada como una más por las amigas de Agüero, y así se lo hicieron saber a la policía. Cuando ella volvió de su viaje al sur, le aconsejaron no visitarlo sola, en su departamento, por precaución.
Según voceros del caso, Schiaroli y Agüero pasaron unos 3 años juntos, con algunos problemas de convivencia, pues a fines del año pasado ella habría descubierto una infidelidad de él y se distanciaron. Volvieron luego, pero la relación ya no fue la misma.
Sin embargo, desde ese momento las cosas se complicaron para ella, que empezó a ser controlada al punto de que él "le pedía fotos de cuando salía para verificar que estuviera sola", según habría atestiguado una de sus amigas.
Toda esa presión obsesiva llevó a la mujer a separarse por segunda vez, por lo menos dos meses atrás, con la intención de no reiniciar más el vínculo.
El último viernes en la mañana, ella llegó con una amiga a buscar sus cosas. Y en eso estaban, cuando cerca de las 14:00 hs., él apareció en ese departamento del 6º piso de Avda. Alem al 644 Sur, en la capital sanjuanina. Cruzaron algunas palabras y él bajó. Al cabo de unos 20 minutos subió con una caja blanca larga y ambas mujeres se habrían mirado, intrigadas. Instantes después, cuando la amiga limpiaba la heladera, él descerrajó un disparo desde atrás a su ex en el comedor y partió a su dormitorio, donde se volvió a disparar, pero contra sí mismo. Quedó vivo, pero muy grave. El homicida sigue con la bala en su cabeza. Su estado es muy crítico.
Detalles
A medida que pasan las horas se van conociendo detalles del terrible crimen que tuvo como blanco a una mujer asesinada por su expareja. Las pesquisas buscan darle forma a las circunstancias de un hecho que ha conmocionado a la ciudadanía sanjuanina.
De la investigación se desprende un testimonio que, a prima facie, sería clave. Fabiana Paola Agüero (51) le pidió a una vecina -y amiga- este viernes cerca de las 09:00 hs., que la ayude a armar las valijas.
Según trascendió, esta vecina contó -en medio de un cuadro de nervios- que Agüero ya "le tenía terror" a Rogelio Héctor Schiaroli (71) y es por eso que buscaba cuanto antes salir del departamento del sexto piso del edificio de Avenida Alem 644 Sur, en la capital sanjuanina.
Aseguran que en las últimas horas este sujeto la hostigó de tal modo que la mujer se imaginó que su vida estaba en peligro. Pero Schiaroli, llegó antes que su exmujer se fuera, y el desenlace fue el peor de todos: le disparó con un revólver calibre 22 que no le dio chances de vida.
Hacía por los menos 3 meses que no estaban juntos en una relación que duró alrededor de 3 años, contaron desde su entorno.
Esa vecina contó también que no es la primera vez que de ese departamento se escuchaban discusiones y que Agüero le había confiado que en los últimos días las peleas habían sido cada vez más violentas.
Una fuente de la investigación contó a este diario que "hasta el momento no tenemos registro de denuncias previas, aunque no descartamos que haya ingresado por alguna fiscalía".