La articulación temporomandibular, también llamada ATM, da lugar al vínculo entre el sistema auditivo y la estructura dental. "Como toda articulación, está compuesta por dos estructuras óseas que se unen para formar la articulación. Entre ellas existe un disco intraarticular, un líquido sinovial que las lubrica y ligamentos que se insertan en ambas estructuras óseas de esta articulación. Obviamente, la articulación temporomandibular, como su nombre lo indica, está conformada por una parte por una estructura anatómica del hueso temporal, el hueso por excelencia del aparato auditivo, y el hueso mandibular que es el hueso relacionado con las estructuras dentarias del maxilar inferior, el cóndilo mandibular", detalló el doctor Gerardo Sagastume, odontólogo uruguayo dedicado al área de la Implantología oral en todas sus disciplinas.
"La superficie cóncava-convexa de esta articulación corresponde al hueso temporal que es el hueso del aparato auditivo como dijimos anteriormente, y el cóndilo mandibular que también tiene una superficie convexa que articula con el hueso temporal, entre medio un disco que los separa, y todas las estructuras como vimos anteriormente que componen una articulación", añadió el especialista, quien explicó que este es el vínculo principal entre el sistema auditivo y la estructura dental "porque donde va el cóndilo mandibular van los dientes y viceversa. Entonces, si esa estructura se relaciona con las estructuras anatómicas del aparato auditivo y componen esta articulación, evidentemente va a haber una vinculación entre el aparato auditivo y la estructura dental".
- ¿La masticación repercute en el oído?
- Sí, la masticación es capaz de repercutir en el oído. Una masticación producto de una oclusión orgánica o fisiológica no produce normalmente repercusiones auditivas. En cambio, cuando estamos en presencia de una función masticatoria alterada o una parafunción, estas sí son capaces de generar repercusiones que se relacionan con el aparato auditivo. Por lo tanto, habrá una repercusión en el oído en tanto el aparato masticatorio a través de sus mecanismos oclusales no funcione correctamente.
- ¿Podría una Incorrecta oclusión producir alteraciones en el aparato auditivo?
- Sí, una oclusión incorrecta o patológica genera tensiones musculares de distinta índole, provocando muchas veces sensación de oído tapado o zumbidos. Normalmente esto se debe ya sea a patologías masticatorias tales como el bruxismo, que a su vez puede ser generada por malos hábitos, por desalineamientos dentarios, por estrés. Todo esto es capaz de generar alteraciones en el aparato auditivo.
- ¿Hay chasquidos o alteraciones nerviosas producidas por un cierre bucal incoveniente?
- Sí, pueden producirse por inconvenientes en la función masticatoria o de abre y cierre. ¿Por qué existen los chasquidos? Como decíamos anteriormente, una articulación tiene dos estructuras óseas, un disco que se interpone entre ambas estructuras, ligamentos que la rodean y líquido sinovial que lubrica la articulación. Cuando este líquido está ausente debido a una presión estática que se genera de manera prolongada sobre la articulación, esto puede llegar a generar adherencias sobre las estructuras de la articulación, ya sea entre el menisco y el cóndilo mandibular o el menisco y el hueso temporal. De esta forma, cuando hacemos una apertura, necesitamos utilizar energía para que los músculos puedan realizarla. ¿Qué sucede cuando un individuo por diferentes circunstancias como el estrés, bruxa o aprieta los dientes durante la noche? Es una fuerza estática que se ejerce continuamente sobre la articulación y elimina gran parte de ese líquido que lubrica la articulación. Esto puede generar la formación de adherencias que son tejidos fibrosos que se unen a las estructuras de la articulación. Entonces, al despertar, si se han formado estas adherencias por que han sucedido estos procesos de manera continua durante tiempos prolongados, esas adherencias requieren de una energía mayor a la normal para que a la ma?ana el paciente pueda abrir su boca. Lo hace utilizando la energía necesaria, puede abrir la boca, pero esto va a generar el desprendimiento de esa adherencia que nosotros escuchamos como chasquido o click articular. Este es el origen del chasquido. Existen afectaciones también desde el sistema nervioso con el cual comparten distintas estructuras.
- ¿El bruxismo afecta también al oído?
- Sí, el bruxismo es por definición una parafunción oclusal que tiene dos componentes. Por un lado el componente psicológico (estrés), y por el otro lado el componente dentario producido ya sea por malos hábitos como fumar en pipa, apretar lapiceras, apretamientos varios, desalineación dental producto de la pérdida de dientes o malposiciones, o dientes retenidos. Cuando se juntan estos dos componentes se genera el bruxismo. El odontólogo va a actuar sobre el componente dentario, que es el propio de la profesión. Lo que no puede hacer el odontólogo es actuar sobre las causas del estrés. Este otro componente es el psicológico. Evidentemente existe una afectación al oído a través de la articulación temporomandibular, que es la que vincula la parte masticatoria con el aparato auditivo.
- ¿Otorrinos y odontólogos deberían trabajar juntos?
- Tanto otorrinos como odontólogos deben interactuar a través de un equipo multidisciplinario, ya que comparten un territorio en común que es la articulación temporomandibular como mencionamos en primera instancia y todo aquello que apareja. Esta articulación repercute en las estructuras auditivas tanto a nivel anatómico, fisiológico, patológico e incluso terapéutico. Por eso es que deben interactuar otorrinos y odontólogos conformando este equipo multidisciplinario capaz de brindarle al paciente las soluciones que este requiere. Fíjense lo siguiente: alrededor del 70% de los pacientes con dolor en la articulación temporomandibular se quejan habitualmente de tener molestias en el oído. La proximidad entre el oído, esta articulación y los músculos masticatorios, así como la inervación común que tienen a través del trigémino, implica consecuencias por este tipo de malestar o dolor referido. Por eso deben actuar estos profesionales de forma conjunta.
- ¿Hay relación entre la incorrecta adaptación de prótesis dentales y un oído afectado?
- Sí, la hay y se puede dar de diferentes formas. Es evidente que en un paciente portador de prótesis completas tanto superiores e inferiores, estas prótesis pueden sufrir un desgaste que genera una pérdida de la altura del tercio inferior de la cara, lo que se llama pérdida de la dimensión vertical. Esta pérdida puede generar una alteración a nivel del aparato auditivo, siempre a través de la articulación temporomandibular. En la medida que los dientes de la prótesis se gastan, el cóndilo de la mandíbula va hacia arriba y hacia atrás y puede impactar en el hueso temporal del aparato auditivo. Esto va a traer consecuencias, y en algunos casos cuando estos desgastes sean tanto de dientes artificiales como de dientes natural, la situación es la misma, el cóndilo va hacia arriba y atrás e impacta contra el hueso temporal del aparato auditivo. En casos severos esto puede llegar a generar pérdida de la estabilidad por la afectación del centro de equilibrio. En este sentido existe una fuerte relación entre las prótesis y posibles afectaciones del aparato auditivo. Quiero recalcar el hecho de que no solamente esta situación puede darse con las prótesis dentales sino también con los dientes naturales. Si hay un excesivo desgaste dentario, también hay pérdida de la dimensión vertical. Si es un paciente bruxomano que tiene una abrasión patológica de sus dientes, va a tener también una pérdida de esta altura del tercio inferior de la cara lo cual va a generar que el cóndilo mandibular también se incruste en el hueso temporal, que es el hueso de las estructuras auditivas por excelencia.
- ¿Una mala salud bucal suele traer consecuencias en nuestra estructura auditiva?
- Sí. Las estructuras auditivas no quedan exentas de estas consecuencias. Debemos volver a los orígenes: esta vinculación entre las estructuras dentarias y el aparato auditivo a través de la articulación temporomandibular. Si un paciente no tiene una buena salud bucal, va a perder piezas dentarias, ya sea por patologías infecciosas, apretamiento, parafunción masticatoria, retención de piezas o desalineación dental. Todo esto va a generar una alteración en la articulación temporomandibular, y por supuesto va a tener repercusiones en la estructura auditiva también. Como vemos, existe una relación muy estrecha entre el aparato masticatorio y el auditivo.
Por eso considero que debería existir un equipo multidisciplinario del cual tanto otorrinos como odontólogos formen parte, para así fundamentalmente el odontólogo poder descartar las patologías que tengan que ver estrictamente con el aparato auditivo, ya que como decíamos anteriormente un alto porcentaje de los pacientes que tienen dolor en su articulación temporomandibular presentan molestias en el oído.

DOLORES DE OIDO
En medicina tenemos dos nombres para definir el dolor de oído. Uno es otodinia, que es cuando el oído te duele porque está enfermo. Pero hay otro nombre, otalgia, es cuando uno siente que le duele el oído, pero el examen físico revela que la culpa y la responsabilidad de ese dolor no es del oído sino de ciertas zonas vecinas.
Un claro ejemplo es el dolor de muelas, cuando la muela tiene una enfermedad y eso trae una puntada al oído, o cuando uno come algo muy frío, o tiene una angina, una amigdalitis o le duele la garganta, y eso le lleva una puntada al oído. Entonces no solamente la muela, territorio de los odontólogos, puede causar este dolor, esta otalgia que es el dolor de oído reflejo. Es como cuando a uno le duele la panza y ese dolor le llega hasta la espalda, como hay muchos centímetros uno se da cuenta que es un dolor irradiado se dice. Cuando es entre el oído y la muela uno no suele darse cuenta tan fácilmente. Pero, mucho más fácil de darse cuenta es cuando es por culpa de esta articulación temporomandibular. Cuando es por eso, lo cual es muy frecuente, uno tiene una otalgia, es decir que le duele el oído por culpa de la articulación. Este dolor es muy frecuente en la consulta otorrinolaringológica.
Cuando un colega, un otorrinolaringólogo, revisa a un paciente que nos consulta por dolor de oído y ve que tanto la piel del conducto auditivo externo como el tímpano están bien, y no sospecha ningún tipo de otitis, lo primero que va a pensar y evaluar es esta articulación temporomandibular. Cuando al abrir y cerrar la boca o en la palpación el paciente refiere un aumento del dolor por nuestras maniobras, sería para nosotros como otorrinolaringólogos casi la confirmación de que la causa es esta, y lo derivamos al odontólogo para su evaluación y tratamiento. Sabemos bien que existen otras causas de otalgia, no es siempre por la articulación temporomandibular, y el otorrinolaringólogo tiene la obligación de revisar bien la laringe y la zona de atrás de la nariz llamada nasofaringe para buscar otras causas más allá de las amigdalitis o los problemas de los dientes como habíamos mencionado antes.
Es característico que estos pacientes nos digan que cuando mastican, cuando comen, les duele el oído. Otras oportunidades es cuando bruxan y aprietan los dientes durante la noche, y es por eso que se pueden despertar con dolor de oído y este puede ser más intenso por la noche o por la ma?ana. En general, el dolor de la otitis es un dolor permanente, el dolor late, sentís que pulsa, está presente todo el tiempo. En cambio, estos dolores de la articulación temporomandibular que se reflejan al oído, que generan esta otalgia, suelen ser como una puntada, un dolor intenso que aparece rápidamente y en poco tiempo desaparece, y puede estar muchos minutos y hasta horas sin doler, y en algún momento puede volver a aparecer y va a recaer. Eso nos orienta a nosotros que no es una otitis, no es una otodinia, sino que en general es una otalgia por culpa de la articulación temporomandibular.
La inflamación del dolor temporomandibular, ya sea porque el paciente bruxa, es decir aprieta fuertemente los dientes, o porque tiene una pieza dentaria más alta que la otra, o algún tipo de trastorno en la mordida, y todas estas cosas las evalúan, las diagnostican y las tratan los odontólogos. El tema es que la irritación de la articulación temporomandibular no solamente puede causar dolores de oído como esta otalgia que venimos explicando, sino que puede traer otro tipo de síntomas. Estos síntomas fundamentalmente son zumbidos o acúfenos, hipoacusia neurosensorial, es decir una pérdida auditiva originada en el oído interno, y también puede tener trastornos del equilibrio. El mecanismo de cómo esta irritación de la articulación temporomandibular termina generando vértigo, trastornos del equilibrio, zumbidos o pérdida auditiva, no está muy claro. Pero la realidad es que sí está demostrado que esto puede suceder.
Prof. Dr. Ricardo Aldo Yanco
Jefe de Unidad Otorrinolaringología
Servicio de Fonoaudiología y Otorrinolaringología
Hospital Bernardino Rivadavia.
Director de Proyecto Oír