
Cientos de miles de empleados federales se verán obligados a tomar licencias no remuneradas y, aunque los servicios esenciales seguirán operando, algunos servicios públicos podrían verse retrasados o suspendidos. Además, la publicación de ciertos datos económicos podría experimentar demoras, afectando tanto a las autoridades gubernamentales como a los mercados.
El desencadenante de este cierre se encuentra en los desacuerdos sobre el tema de los beneficios médicos. Los demócratas insisten en la necesidad de extender los subsidios de la Ley de Atención Asequible, cuyos beneficios expiran a finales de este año. También proponen restaurar la cobertura médica para inmigrantes legales, incluidos refugiados y solicitantes de asilo.
Por su parte, los republicanos se oponen a estas medidas y presionan para que los niveles actuales de financiación gubernamental se mantengan temporalmente, argumentando que es necesario dar más tiempo a las negociaciones.